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- Receta de espaguetis de calabacín con gambas
Con la piel de los calabacines, y un acompañamiento de gambas, calamares y nata, podemos hacer unos espaguetis rápidos, fáciles, ricos y originales.
Evidentemente, antes de pelar los calabacines, debemos lavarlos bien, para retirar todo rastro de suciedad.
Una vez que tenemos la verdura bien limpia, con ayuda de un pelados de patatas o una mandolina, retiramos la piel del calabacín, lo más fina posible y lo más larga posible. Intentaremos sacar tiras de piel desde un extremo al otro del calabacín de un ancho lo más igual posible.
Una vez que tenemos las tiras anchas de calabacín, las sazonamos por dentro, y las reservamos mientras continuamos con el resto de la receta. Veremos que la piel empieza a sudar, no te preocupes, eso es lo que queremos echándole la sal ahora.
Cogemos los trozos de calabacín, y vamos sacando los espaguetis. Para ello, haremos cortes estrechitos (más o menos del ancho de un tallarín cocido) de la longitud entera de la piel. No nos obsesionaremos en que sean muy homogéneos en toda su longitud, pues es complicado que salgan si no se tiene una máquina para hacerlo, el caso es que queden estrechitos para que parezcan espaguetis. Los apartamos para que sigan escurriendo.
En un bol grande echamos abundante harina de trigo. Reservamos.
En otro bol grande, echamos gran cantidad de agua. Reservamos.
Echamos un chorritín de aceite en una sartén y lo reservamos para luego preparar las gambas. La dejamos preparada, pues necesitamos que el proceso sea rápido.
Ponemos una sartén onda o wok al fuego, con abundante aceite. Si lo preferimos podemos usar una freidora, si la tenemos no dudaremos hacer uso de ella, pues será más fácil y rápido.
Al mismo tiempo que ponemos el aceite a calentarse, pelamos las gambas y les quitamos la vena central. Limpiamos las patas de calamar y las cortamos en trocitos. Sazonamos y reservamos.
Una vez que el aceite está caliente, es el momento de freír los calabacines. Como los vamos a rebozar, y en este caso queremos hacer nidos, los separemos en 2 partes, y echaremos la mitad en el bol con la harina. No los secaremos, los escurriremos simplemente, pues tienen que estar bien mojados del agua que han ido soltando para que la harina se quede bien pegada a todos los espaguetis.
Los removeremos bien en la harina con las manos, hasta asegurarnos que todos los espaguetis están bien impregnados. Conseguido eso, los cogeremos todos a la vez (o en puñados grandes), y los echamos en el agua, todos juntos.
Rápidamente, pues no queremos que se quite la harina, y una vez bien empapados, los pescamos con la mano, los escurrimos ligeramente y con cuidado, y los echamos todos juntos en el aceite bien caliente. No saltan tanto como nos imaginamos, pero ten bien cerca la tapadera antisalpicaduras, por si acaso.
Con la harina y el agua se quedarán los espaguetis pegados, haciendo una especie de nido, que es lo que queremos.
Una vez dorados por un lado, les damos la vuelta y, al dorarse por el otro lado, los sacamos sobre papel de cocina.
Repetimos la operación con la otra mitad de los calabacines y reservamos.
Cuando hayamos echado al aceite la segunda tanda de espaguetis, pondremos al fuego la sartén que teníamos reservada. Cuando el aceite esté bien caliente, echamos los calamares, rehogamos rápidamente y, a los 2 minutos echamos las gambas y un poco de sésamo crudo.
Cuando las gambas hayan cambiado de color, vertemos en la sartén un chorrito de nata líquida, mezclamos y, cuando esté caliente la nata, lo retiramos.
Ya sólo nos queda montar rápidamente el plato, colocando un nido de espaguetis de calabacín en platos individuales, y poniendo encima, en el centro, la mitad de la mezcla de las gambas... Listo, a comer rápidamente, pues se enfría pronto y es una pena, pues no sabe igual.
Esta es una receta perfecta para usar esa piel del calabacín que normalmente va a la basura y es una pena, pues está deliciosa. Parece complicada, pero nada más lejos de la realidad, lo que es compleja de explicar, pero es muy sencilla de hacer.
Eso sí, a la hora de limpiar los calabacienes, sería interesante tener los calabacines enteros en agua con algún desinfectante apto para el consumo humano o, como mínimo, en agua con vinagre, de esta forma no sólo se eliminará toda la suciedad, sino que también se puede eliminar parte de los pesticidas usados durante el cultivo de la verdura.
Además, es una prepararlos así, en forma de espaguetis, puede ser perfecto para que se lo coman los niños, tal vez no con este acompañamiento, pero sí con tomate frito y un poco de chorizo.
Gracias a lo crujientes que quedan los espaguetis de calabacín, son una guarnición perfecta, para darle un toque diferente a aquellos platos que no lo son, como por ejemplo pescados a la plancha, carnes e incluso dándole un aporte extra a alguna ensalada la mar de original.
Si los preparas en forma de nido, como he hecho yo en esta receta, puedes ponerle encima lo que más te guste, pues el calabacín, al tener un sabor bastante neutro, queda rico con casi todo.
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