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- Receta de huevos encapotados
Son unos huevos muy laboriosos pero muy ricos, no necesitas pan, puedes usar la bechamel para recoger la yema.
En una sartén poner a calentar la mantequilla.
Cuando ésta esté derretida añadir la harina y remover bien para que se mezcle con la mantequilla y se tueste un minuto en la sartén. Empezar a añadir la leche poco a poco, sin parar de remover, para que cada cantidad añadida se integre bien antes de la siguiente adición y así evitar los grumos.
Una vez se ha añadido toda la leche sazonar al gusto con sal pimienta y nuez moscada, (yo pongo una cucharadita de sal, una pizca de nuez moscada y una pizca de pimienta), y dejar hervir unos 7-10 minutos a fuego medio bajo sin parar de remover.
La bechamel tiene que quedar espesa como cuando se hacen croquetas: la masa debe despegarse de la sartén. Apartar del fuego pero no dejar que se enfríe en exceso. (Si han quedado grumos se puede batir con batidora para eliminarlos)
En una sartén, poner un dedo de aceite de oliva virgen extra, calentar hasta que casi humee, añadir el huevo con una pizca de sal y freír dejando la clara cuajada y la yema poco hecha. A mí me gusta usar una sartén muy pequeña de forma que necesito muy poco aceite y el huevo me queda muy recogidito.
Dar forma al huevo recortando los picos si no hubiera quedado redondeado y apartar.
Limpiar muy bien una parte de la encimera de la cocina y pincelar con aceite de oliva.
Poner un montoncito de bechamel de un tamaño ligeramente superior al del huevo. Poner el huevo encima, y cubrir con más bechamel hasta que la bechamel que cubre tape completamente el huevo y se haya unido con la bechamel de la base.
Dejar enfriar al menos 30 minutos, dependiendo de la temperatura en la cocina, puede ser necesario hasta una hora.
En un plato poner la harina, en un cuenco de base amplia el huevo batido y en otro plato el pan rallado. Cuanto más grande sean las bases de esos platos más fácil nos será maniobrar con el huevo.
Con la ayuda de una espátula plana levantamos el huevo de la encimera y lo pasamos primero por harina, después por huevo batido y finalmente por pan rallado de forma que quede un empanado consistente. Si se quiere se puede hacer un doble empanado: harina-huevo-pan rallado-huevo-pan rallado y quedará más crujiente aunque más contundente.
En una sartén calentar abundante aceite de oliva virgen extra. Freír el huevo hasta que quede bien dorado y frito por todos lados. Sacar de la sartén y dejar escurrir en papel de cocina.
Servir con algo ligero para compensar :)
Esta receta fue publicada originalmente en www.hollycocina.com
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