Receta de Macarons caseros

¿Cómo hacer la receta de macarons caseros?

Comenzamos a preparar la masa de los macarons, mezclando el azúcar glas con 100 de los gramos de almendras, y en otro recipiente batimos las claras hasta que se vuelvan espumosas.

Ahora añadimos el azúcar y aquí es muy importante la tenacidad y la energía, porque debemos batir hasta que estén tan montadas que volcando el cuenco, el merengue no se caiga (si quieres hacer este trabajo más fácilmente, utiliza unas varillas eléctricas).

Añadimos el colorante (que no sea líquido o se jorobará todo el trabajo) y vamos mezclando, despacito y con paleta. Ya sabéis, movimientos envolventes y suaves, para que no se nos baje el merengue de los macarons. Si vemos que pierde firmeza... a batir hasta que esté bien duro de nuevo.

Llenamos una manga pastelera con la mezcla, colocamos papel de horno sobre una bandeja de hornear y vamos formando las esferas de los macarons, que se irán bajando solitas, un detalle con el que tendrás que contar para el tamaño, ya que al expandirse la masa se pondrán más anchas y a ver si en vez de macarons nos salen esferas de galletas maría.

Ahora dejamos una horita que reposen, sin hacerlas ni caso y así, por encima se endurecen un poco, algo que les viene de maravilla.

Pasado ese tiempo y con el horno precalentado a temperatura baja, unos 150ºC, les damos un horneado de unos 12 minutillos, con la bandeja colocada a la mitad del horno.

Id controlando, porque aquí está otro momento clave y ya sabéis cómo son los hornos de asesinos, que pueden liquidarnos el trabajo en un minuto. La masa debe estar dura antes de sacarla, pero ojito, no se pase medio segundo más y nos salgan conguitos.

Dejamos que se enfríen y mientras preparamos el relleno.

Echamos en un bol azúcar y clara de huevo juntos y batimos ligeramente. Ponemos al baño María, hasta que el azúcar se disuelva y otra vez a batir hasta que nos quede a punto de nieve.

Entonces vamos mezclando la mantequilla a punto pomada, de a poquito y con paciencia, que ya veréis que al final conseguimos que se integre, aunque parezca mentira.

Ahora vamos echando el aroma de vainilla, unas tres cucharaditas ¡des-pa-ci-to! y batiendo hasta que nos quede listo.

Ponemos relleno sobre una hoja de macarons y tapamos con otra lámina. A la nevera y FIN a disfrutar.

Foto orientativa: Miss Turner

Consejos del autor para hacer Macarons caseros:

Los macarons son, al fin y al cabo, merengues y la elaboración resulta algo delicada. Es importante respetar las cantidades y que las almendras, por ejemplo, estén bien molidas y tamizadas. Cualquier pequeño trocito, daría al traste con el dulce francés.