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- Receta de manzana frita
A disfrutar de un riquísimo snack dulce, con estas manzanas espolvoreadas con azúcar, y que, junto un poco de helado, se convierten en un postre fantástico.
Lo primero que vamos a hacer es quitar la piel a todas las manzanas, eliminar el corazón y las semillas y cortarlas en rodajas.
Colocamos todas las rodajas de fruta en un recipiente y le rociamos por encima el zumo del limón, para que no se oxiden y se pongan feas.
Espolvoreamos por encima de las rodajas de manzanas las dos cucharadas de azúcar y dejamos que se queden en maceración durante una horita por lo menos.
Transcurrido el tiempo de macerado, ponemos en un cuenco aparte un chorreón de agua con gas, la levadura en polvo y la harina, y batimos (mejor con las varillas de la batidora, aunque si no tenemos, con varillas de mano o con un tenedor) hasta que no queden grumos y nos quede una masita con la que poder rebozar las rodajitas de manzana.
Ponemos una sartén honda al fuego, con abundante aceite (aunque si tenemos freidora, podemos usarla, aunque el aceite deberá ser nuevo) y, cuando esté caliente, vamos rebozando los gajos de manzana, uno a uno, y los vamos echando en el aceite en tandas.
Tendremos que dejar que salgan doraditas, pero estad muy pendientes para que no se quemen.
Sacamos las manzanas fritas a un recipiente con papel absorbente y servimos espolvoreadas con más azúcar al gusto.
Si se comen solas, tendremos un snack muy rico y sencillo, pero si las llevamos a la mesa junto con un poco de helado, con un bizcocho borracho bañado en chocolate, o con un poco de nata montada, tendremos un postre delicioso.
Foto orientativa: Laurel L. Russwurm
Puedes usar un aceite de semillas para freír las manzanas o aceite de oliva, pero si usas el de oliva asegúrate que sea de sabor débil, pues si es de sabor fuerte, podría matar el sabor del postre.
El punto de harina será el justo para que las manzanas queden perfectamente cubiertas, pero no quede una capa muy gruesa. Lo uno haría que el aceite tocara directamente la manzana, y no quedarían tan ricas, y lo otro haría que la masa de fuera fuera demasiado gruesa y el sabor de la manzana pasaría más desapercibido.
Con unas manzanas, un poco de azúcar, un toque de canela y una pizca de agua, podemos preparar un postre delicioso y en poco tiempo gracias al microondas.
Las manzanas asadas son ideales para acompañar cualquier plato o tomarlas solas con un poco de mantequilla y azúcar, fría o caliente, al gusto de cada uno.
Es tan fácil como hacer toffee casero, bañar las manzanas en el caramelo y espolvorear sobre ellas cacahuetes machacados. ¡Disfrutarás como un niño!
Las manzanas de caramelo rojo de toda la vida, tan típicas en las ferias y tan deseadas por los niños por su aspecto y su dulce aroma.