Receta de Milhojas de solomillo y foie

¿Cómo hacer la receta de milhojas de solomillo y foie?

Ponemos un sartén al fuego, con una pizca de aceite, y la dejamos que se caliente.

Una vez que la sartén esté caliente, doramos los filetes de solomillo, por ambas caras. Como son filetes pequeños, y no queremos que la carne se nos quede dura, los tendremos el tiempo justo al fuego, para que se doren por fuera y se caliente por su interior, más o menos con 1-2 minutos por cada cara, será suficiente.

Si en la sartén en la que cocines los filetes te caben, añade también los medallones de foie, pues también vamos a dorarlos un poco, para que suelten bien su grasa, su aroma y todo su sabor.

Si no te caben, pues tendrás que hacer el foie una vez que el solomillo esté listo.

Abrimos el aguacate por la mitad, retiramos la semilla y, con ayuda de una cuchara, le sacamos la carne. Hacemos unas lonchas (con 4 tendremos suficiente) y los frotamos con un poco de limón. Con ello conseguiremos dos cosas, por un lado que el aguacate no se ponga marrón, y por otro darle un ligero toque ácido que le da al plato un toque sabroso muy interesante.

Para tenerlo todo listo antes de montar las milhojas, tendremos abierto el tarro de la cebolla caramelizada y habremos puesto en la fuente de presentación los panecillos elegidos.

Ya sólo nos queda montar los bocados de carne. Para ello, sobre los panecillos colocaremos los filetes de solomillo, sobre ellos las lonchas de aguacate, seguimos con los medallones de foie, sobre estos echaremos un poco de cebolla caramelizada.

Regaremos el conjunto con un poco de aceite de oliva crudo... Y listo, para comer.

Estas milhojas deben comerse en el momento para que no se enfríen, pues si eso pasa pierde mucho.

Foto: Sofía Rodríguez

Consejos del autor para hacer Milhojas de solomillo y foie:

Lo ideal es que esta milhoja se pueda comer de 2-3 bocados, por ello tenlo en cuenta a la hora de comprar los panecillos, que no sean muy grandes. El resto de los ingredientes los recortaremos de un tamaño más o menos igual al de los panes.

Si quieres, evidentemente, puedes preparar la cebolla caramelizada en casa, hay recetas para todos los gustos y para todos los niveles.