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- Receta de palmeras de chocolate
He aquí la receta de las irresistibles palmeras dulces de hojaldre bañadas en chocolate. Hazlas del tamaño que tu instinto goloso te pida y ¡a disfrutar!
Empezamos estirando la masa de hojaldre con la ayuda de un rodillo sobre una superficie lisa. Echamos azúcar por encima hasta cubrir la lámina por completo (la cantidad de azúcar que añadas depende se si te gustan las palmeras más o menos dulces; puedes optar incluso por no añadir azúcar en el caso de que emplees un tipo de chocolate lo suficientemente dulce) y pasamos el rodillo, presionando ligeramente para que los granos de azúcar se queden pegados a la masa.
Con el hojaldre listo, empezamos a dar forma a las palmeritas y para eso, partimos de un lado corto del rectángulo de masa y lo enrollamos más o menos hasta la mitad. Hacemos lo mismo con el lado contrario hasta que se junten los dos rollitos (te quedará una especie de corazón alargado) y ahora, procedemos a cortar las porciones.
Usamos un cuchillo bien afilado y cortamos rebanadas de 1 centímetro de grosor (aproximadamente).
Una vez tengamos cortadas todas las palmeritas, las aplastamos un poquito y, si es necesario, moldeamos un poco con las manos para que se cierren bien y cojan perfectamente la forma de las clásicas palmeras de chocolate que vemos en las tiendas.
Las colocamos en la fuente de horno (ligeramente engrasada o forrada con papel vegetal) y las horneamos (con el horno ya precalentado) a 180ºC durante unos 15 minutos.
Mientras se hornean, batimos la yema de huevo con un poco de azúcar (esto servirá para dar color y brillo a las palmeras una vez horneadas) y reservamos.
Pasado el tiempo del horno, abrimos, sacamos la bandeja y con la ayuda de una brocha, untamos cada pieza con la mezcla de la yema del huevo y el azúcar, y de nuevo, volvemos a hornear unos 5 minutos más (cuidado que no se quemen).
Entre tanto, procedemos a hacer la cobertura de chocolate y para eso, echamos un vaso de leche en un cazo, y cuando empiece a hervir echamos el chocolate partido en trocitos pequeños.
Removemos constantemente con unas varillas para que no se pegue y agregamos la mantequilla.
Si te gusta el chocolate más negro, echa menos leche, y por el contrario, si te gusta más suave, añade más leche a la mezcla.
Una vez sacadas las palmeras del horno, las colocamos con la parte brillante hacia abajo, sobre una rejilla (debajo de ésta tendremos papel vegetal o de cocina para que no se nos ensucie la mesa a la hora de cubrirlas) y les echamos el chocolate caliente por encima (así nos quedarán brillantes por un lado y chocolateadas por el otro).
Dejamos enfriar y... ¡ya tenemos nuestras palmeras de chocolate listas para comer!
Si tienes tiempo, siempre te será más satisfactorio hacer tus palmeras de chocolate con una masa de hojaldre casero.
En vez de echar el chocolate por encima de las palmeras, podemos darles un poco de gracia sumergiéndolas por completo, o sólo hasta la mitad, en el chocolate fundido. Luego las ponemos a escurrir sobre la rejilla del horno con el papel debajo (para que no te dejen la cocina perdida), y listo.
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