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- Receta de pastel de calabacín
Suave, ligero y rico pastel de verduras donde el calabacín, la cebolla, el puerro, los pimientos del piquillo, la nata y los huevos son los protagonistas.
Ponemos el horno a precalentar, con calor arriba y abajo a 160ºC y llevamos una sartén amplia y antiadherente al fuego con un chorrito de aceite para que se vaya calentando mientras vamos preparando los ingredientes de nuestro pastel de calabacín.
Lavamos, secamos y picamos el puerro (su parte blanca), pelamos y cortamos en brunoise la cebolla y en laminas los ajos y lo pochamos todo con un poquito de sal.
Entre tanto, por un lado, lavamos muy bien el calabacín y con la ayuda de una mandolina (o en su defecto, un cuchillo afilado) lo cortamos en rodajitas de aproximadamente medio centímetro de grosor y por otro lado, cortamos en tiras los pimientos. Reservamos por separado.
Cuando la cebolla empiece a estar transparente, añadimos el calabacín, salpimentamos y mezclamos bien.
Mantenemos a fuego medio y tapado hasta que el calabacín se empiece a poner blando (removemos de vez en cuando para que no se queme) y en ese momento, añadimos el pimiento, rectificamos de sal y dejamos otros 3 minutos más para que los sabores se unifiquen.
Retiramos la sartén del fuego y dejamos que las verduras se atemperen un poco mientras en un bol amplio, batimos los huevos con la nata. Salpimentamos la mezcla y añadimos el sofrito. Mezclamos bien y lo pasamos a un molde apto para horno. Este molde, si es desmoldable mejor, si no, te recomiendo que lo forres con papel vegetal para que una vez tengas el pastel de calabacín listo, lo puedas desmoldar con facilidad.
Metemos nuestro pastel de verduras al horno y dejamos que se hornee durante unos 40 minutos o hasta que al pincharlo con un cuchillo, éste salga limpio.
Sacamos del horno, desmoldamos y servimos el pastel de calabacín tal cual o acompañado de un poco de tomate frito, mayonesa o lactonesa, como más te guste.
Foto orientativa: mau.photo
Para dar un toque cremoso a este pastel de calabacín, bastará con que añadas unas cucharadas de queso parmesano rallado a la mezcla.
Si quieres aligerar un poco este pastel de verduras puedes poner la mitad de nata y el resto, de leche.
A mi me gusta poner el calabacín con piel (por lo que me esmero mucho en dejarla bien limpia), pero si lo prefieres, la puedes retirar antes de cortarlo en rodajitas.
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