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- Receta de pastel de patata frío
Con un cremoso puré de patatas casero, un rico sofrito de carne y un crujiente exterior de queso, haremos este delicioso pastel para tomar frío o caliente.
En un cazo amplio, ponemos abundante agua a calentar y cuando éstas comience a hervir, añadimos las patatas (peladas y lavadas) cortadas en trozos grandes, sazonamos y dejamos que se cuezan durante unos 15 minutos o hasta que al pincharlas con un tenedor, éste, entre sin resistencia. Cuando estén listas, retiramos del fuego, escurrimos y pasamos a un bol.
Mientras las patatas se cuecen, en una sartén antiadherente, ponemos un chorrito de aceite y llevamos al fuego. Cuando esté caliente, añadimos los dientes de ajos (pelados y laminados finos) y la cebolleta (pelada y picada en brunoise).
Sazonamos, mezclamos con una cuchara de madera y cuando la cebolleta comience a cambiar de color, añadimos la carne desmenuzada. Condimentamos con un poquito de pimienta negra, rectificamos de sal y mantenemos en el fuego, removiendo de vez en cuando para que el sofrito quede suelto, hasta que la carne esté bien hecha. En ese momento, retiramos del fuego y reservamos.
Ahora, volvemos al bol donde ya tenemos las patatas cocidas y añadimos tres nueces de mantequilla, un chorrito de leche, salpimentamos y ponemos un toque de nuez moscada. Trituramos todo con un tenedor hasta que nos quede una mezcla cremosa y homogénea. Si vemos que nos queda muy seca, ponemos un pelín más de leche. Reservamos.
Forramos el molde que hemos elegido para hacer el paste con papel de film y empezamos a montarlo poniendo un cuarto del puré de patatas. Cubrimos bien la base y encima ponemos la mitad del sofrito, colocamos otra capa de puré de patatas, el resto del sofrito y con la mitad que nos queda del puré lo cubrimos.
Dejamos que se enfríe por completo y a continuación, lo metemos en la nevera durante al menos un par de horas.
Trascurrido este tiempo, sacamos, colocamos un plato o fuente (depende de la forma del molde) encima del molde y giramos para desmoldarlo. Con cuidado, retiramos el papel de film y con el resto de puré de patatas que nos había sobrado, tapamos las partes de la carne para que nos quede todo totalmente cubierto de puré.
Ahora, guardamos el pastel de patata en la nevera para se enfríe bien y para dar un toque crujiente en su presentación, forramos la bandeja del horno con papel vegetal, esparcimos dos o tres puñados de queso rallado por encima y lo gratinamos hasta que esté bien dorado. Retiramos y dejamos enfriar.
Al llevar el pastel de patata frío a la mesa, lo decoramos con los trocitos de queso crujiente.
Foto orientativa: Big Bob Burns
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