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- Receta de patatas con bechamel gratinadas
Las patatas con bechamel gratinadas son una forma ideal de preparar una guarnición con todo el sabor y una textura perfecta y melosa.
Colocamos al fuego una olla con el caldo de pollo. Ponemos el fuego a máxima potencia.
Mientras el caldo hierve, pelamos las patatas y las cortamos en rodajas gruesas. Agregamos las patatas al caldo hirviendo y añadimos agua hasta cubrir.
Cuando las patatas lleven unos cinco minutos, cortamos la cebolla en rodajas también y la incorporamos a la cazuela. Agregamos más agua si es necesario.
Tras unos diez minutos, la patata está, más o menos, blanda, así que la colocamos en una bandeja de horno, sin caldo, y horneamos a 180ºC durante diez minutos.
Pasado ese tiempo, incorporamos la bechamel por encima, cubriendo bien las patatas y calentamos a 160ºC durante cinco minutos.
Pasado ese tiempo, añadimos sal y pimienta negra molida al gusto sobre las patatas con bechamel gratinadas y volvemos a hornear a 200ºC durante otros cinco minutos para terminar de dorar antes de servir.
Foto orientativa: Fugzu
Un exquisito plato de patatas gratinadas con una suave salsa bechamel, tan fácil y rápida de hacer, que repetirás una y otra vez. ¿Quieres probar?
No hay una guarnición como las patatas con espinacas gratinadas, una receta llena de sabor y con una textura exquisita.
Los hidratos de carbono son los principales nutrientes de esta cazuela de patatas y bechamel, sabrosa y fácil de preparar.
Espectacular contraste de temperatura, sabor y textura de la ligera sopa fría o gazpacho de fresas con el cremoso y tibio gratinado de patatas.