Realza el sabor y la jugosidad de las insípidas y secas pechugas de pollo, con esta deliciosa salsa de nata, vino y mostaza. ¡De toma pan y moja!
Lleva una sartén grande al fuego con un poquito de aceite y marca bien las pechugas de forma que se doren bien por fuera y queden sin hacer por dentro. Salpimienta y retira.
En la misma sartén, ya sin las pechugas, echa la nata líquida, el chorrito de vino blanco, la mostaza y el caldo de carne. Mezcla y haz que cueza todo a fuego lento unos 4 minutos o el tiempo necesario para que la salsa comience a espesar.
Ahora, es el momento de que añadas las pechugas de pollo de nuevo a la sartén. Mezcla bien y deja cocer (tapado) hasta que las pechugas se hagan por dentro.
Cuando las pechugas se hayan hecho, es el momento de que añadas la mantequilla. Remueve, deja que se derrita y se mezcle bien con todo y ahora, retira del fuego y... ¡enhorabuena! ya tienes unas jugosas pechugas de pollo con salsa de vino y mostaza listas para comer. Deliciosas, sabrosas y bastantes sencillas de preparar.
Foto orientativa: MontageMan
El pollo en salsa de champiñones, con su nata, su cebolla y sus ajitos, es una de las formas más ricas y jugosas de preparar las pechugas de pollo.
Jugosos filetes de pechuga de pollo en salsa de tomate y cebolla. Una receta fácil, rápida y sabrosa. ¡Para chuparse los dedos!
Esta pechugas de pollo en salsa dulce son un bocado muy fácil de hacer y el contraste que nos aporta con sus sabores, es realmente delicioso.
Pechugas de pollo, tomates, puerros y caldo de pollo....fácil y rico. La Thermomix ayuda, pero no es imprescindible.
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