Las gildas se encuentran entre los pintxos más populares de Euskadi, y son un bocado con mucho sabor y picante perfectos para abrir boca como canapés.
Para la elaboración del pintxo gilda casero, lo primero que hacemos es lavar el pimiento verde, y picar las verduras muy pequeñas: el perejil, el pimiento verde, el pimiento del piquillo y la cebolla.
El picado de pimiento verde y cebolla lo echaremos en un cuenco, lo aliñaremos con aceite, vinagre y sal y removeremos bien. Será la vinagreta que dará gracia los pintxos gildas.
Para montar las gildas, en un palillo pinchamos una anchoa envuelta sobre sí misma, tres guindillas verdes en vinagre, otra anchoa y una aceituna verde deshuesada. Sobre las gildas colocadas en los platos o bandejas echamos una cucharada de vinagreta. Sobre cada una de ellas pondremos un trozo de pimiento del piquillo, y decoraremos con el perejil picado.
El resultado son unos el pintxos gildas auténticos de San Sebastián, ideales para servir como canapé o tapa.
Foto orientativa: Josemari (Cocinar para los amigos)
No hemos indicado cantidad de ingredientes, porque depende del número de pintxos gildas que deseéis hacer.
Detrás de ese enigmático nombre se esconden unas banderillas de aceitunas, anchoas y guindillas, perfectas para cualquier fiesta.
Riquísimos pedazos de mozzarella frita, ensartados en pintxos con crujiente de pan de higo y uvas frescas. Una delicatesen que no deberías tardar en probar.
Jamón de pato con pimientos del piquillo sobre pan y una deliciosa vinagreta de naranja.
Un aperitivo de aceitunas, guindillas y anchoas, sencillo y original en su presentación.
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