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- Receta de pollo teriyaki
Este pollo sabroso es un plato asiático muy fácil de preparar. Además, gracias al macerado, la intensidad en umami y la jugosidad del plato está garantizada.
Lo primero que tenemos que hacer es poner las pechugas de pollo macerar. Para eso, cortaremos las pechugas de pollo en tiras y las pondremos en un recipiente. Añadiremos la salsa de soja, una cucharadita escasa de azúcar moreno, un poco de sal y las cuatro cucharadas de mirin (o vino blanco, si no tienes mirin).
Tenemos que dejar macerar el pollo durante, por lo menos, treinta minutos. En ese tiempo, podemos ir pelando y picando la cebolla muy fina.
Pasado el tiempo de marinado, ponemos una cazuela al fuego y agregamos la cebolla picada con unas tres cucharadas de aceite de oliva. Vertemos encima las pechugas de pollo bien escurridas, y reservamos la salsa en un bol para más adelante.
Cuando el pollo teriyaki esté dorado, agregamos la salsa que hemos utilizado para marinarlo. Cuando la salsa esté espesa, ya tendremos nuestro pollo teriyaki listo (también podemos espesarla echando una cucharadita de harina y removiendo sin parar).
Foto orientativa: JoeBiealwa
El mejor acompañamiento del pollo teriyaki será siempre un poco de arroz cocido con hierbas aromáticas.
Dado el alto contenido de sal de la salsa de soja, conviene tener mucho cuidado a la hora de rectificar de sal el pollo teriyaki, si no queremos que nos quede exageradamente salado.
Unas semillas de sésamo tostado le irán perfectamente al pollo para lograr un acabado excelente, sin salirse del estilo y los sabores típicos de la cocina oriental.
El teriyaki de pollo es un lujo de la cocina asiática, mucho más fácil de preparar de lo que muchos creen. Genial para una cenita muy especial y romántica.
Prepara esta sencilla receta de pollo tal como la prepararían en Japón, y sorprende a todos con su delicioso sabor y aroma.
Los muslitos de pollo en teriyaki tienen una jugosidad muy especial y un sabor perfecto. Lo mejor de todo es la salsa que queda después de cocinarlos.
Pollo enchilado con chiles, ajo, cebolla, jitomate y un toque de orégano y pimienta. ¡Cocínalo en cazuela, horno, carbón o envuelto en papel de aluminio!