Una exquisita reducción a fuego lento de jugos, verduras y mariscos, que da como resultado una sopa celestial. ¡Qué gozada el ragout de mariscos casero!
Damos comienzo a la receta del ragout de mariscos creando un pochadito de cebolla y ajo picado con la mantequilla. A los 5 minutos, podemos añadir las setas hidratadas y bien escurridas, y lo dejamos todo unos 5 minutos más, sin dejar de remover.
Pasado ese tiempo, echamos los mariscos con el vino blanco, subimos el fuego para que se evapore el alcohol del vino y removemos. Hecho esto, añadimos el tomate rallado sin piel, rehogamos todo durante un par de minutos, y entonces, añadimos el caldo y la nata, y rectificamos de sal y pimienta.
Para poder hablar de un ragout, tenemos que dejar que el caldo reduzca mucho mientras se cuece todo durante bastante tiempo. El marisco quedará sobre cocido, pero el sabor de la crema es inigualable.
Foto orientativa: Thefoodplace.com
Suave y exquisito ragout de pollo con verduritas, que quedará fantástico para compartir con toda la familia. Es un plato sabrosísimo.
Este carne de pavo guisada a fuego lento es una buena idea como receta para Navidad, o para cualquier acontecimiento que demande una tierna y sabrosa comida.
Un guiso de cazuela de los de antes, con sustancia, con sabor intenso... El ragout de ternera con boniatos es un delicioso puchero de invierno.
Delicioso ragout de cordero con mucho sabor. Un guiso con verduras que nos viene muy bien para comidas familiares y festivas.
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