Receta de Raviolis fritos

Comenzaremos la elaboración de los raviolis fritos, exprimiendo el limón para obtener su zumo. Lo echamos en un bol y le añadimos el vaso de leche. Remueve bien y deja reposar esta mezcla durante unos 10 minutos. Esta mezcla se conoce con el nombre de buttermilk casera.

Mientras tanto, vamos pelando y cortando el diente de ajo en láminas. Lo llevamos a una sartén con un chorrito de aceite y dejamos que se haga hasta que, el ajo, adquiera un color dorado.

Mientras el ajo se hace, en un plato echamos la buttermilk y en otro, el pan rallado. Pasamos los raviolis primero por la buttermilk y a continuación, por el pan rallado.

Sacamos el ajo de la sartén y añadimos los raviolis, poco a poco, para freírlos. No metas muchos raviolis a la vez en la misma sartén, para evitar que se peguen entre ellos. Con mucho cuidado les daremos la vuelta, para que los raviolis fritos se hagan bien por ambos lados.

Al sacar los raviolis fritos de la sartén, los dejaremos escurrir sobre papel de cocina o papel absorbente, para retirar el exceso de aceite.

Nuestro plato de raviolis fritos está listo para servir. Acompánalos de salsa agridulce, o de la salsa que más te guste, y rocíalos con un poco de queso parmesano, verás que buenos están.

Foto orientativa: Joelk75

La buttermilk casera es una mezcla elaborada a base de leche y zumo de limón, y se utiliza como sustituto del suero de mantequilla.