Si buscas la receta de los rosquetes laguneros, mira al final de esta receta, en la nota de autor.
Preparamos la infusión de anís:
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Como vamos a hacer rosquetes caseros, queremos que estos tengan un aroma y un saborcito muy característico, en del anís, vamos a preparar una especie de infusión, echando en un cuenco las semillas de anís con el agua caliente. Mezclamos un poco y dejamos que las semillas vayan soltando su aroma para que luego preparemos unos rosquetes de anís super ricos.
Preparamos la masa de los rosquetes:
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Ahora si, comenzamos con la preparación de la masa de los rosquetes caseros con merengue echando la harina en la mesa o encimera (bien limpia, claro está) y haciendo en ella un hueco a modo de volcán.
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Echamos en el centro del hueco las yemas de huevo, la grasa, la levadura y el azúcar. Mezclamos ligeramente con las manos cogiendo parte de la harina de las paredes interiores del volcán.
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Vamos añadiendo al centro del volcán el agua con sabor a anís que teníamos reservada anteriormente (no hace falta colarla) y vamos mezclando y añadiendo agua, hasta que tengamos una masa para rosquetes compacta, durita y nada pegajosa.
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Estiramos la masa en forma de churro largo, y la dejamos que leude unos minutos (dependerá del calor que haga donde estás cocinando, que tarde más o menos en subir la masa).
Damos forma a los rosquetes y los horneamos:
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Como lo que vamos a hacer son rosquetes tucumanos, vamos a estirar la masa hasta hacer un cordón de más o menos un dedo de espesor. Cuando tenemos el espesor deseado, cortamos porciones de la masa de más o menos un palmo de largo, unimos las puntas y colocamos los rosquetes en una bandeja del horno.
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Cuando tengamos los todos los rosquetes listos, los metemos al horno caliente (a fuego fuerte 180-190ºC) durante 20 minutos.
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El tamaño de los rosquetes puede ser al gusto de cada uno. Hemos dado las medidas aproximadas por el tiempo de horneado, pero si los haces más pequeños o más grandes, habrá que tenerlo en cuenta a la hora de tenerlos en el horno.
Preparamos el merengue de las roscas tucumanas:
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Para que los rosquetes de merengue queden dulces, pues el dulzor se lo da realmente el merengue, este tiene que ser muy dulce.
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Una vez que tenemos el merengue listo, pintamos los roquetes fríos con él (sólo en su parte de arriba) y volvemos a llevar los rosquetes al horno, a temperatura alta durante unos 5-10 minutos para que el merengue se ponga un poco duro, pero no en exceso... Listos unos rosquetes de huevo con merengue ricos ricos.
Hay una receta que se llama rosquetes laguneros, que son típicos de las Islas Canarias. También son un dulces, pero no tienen nada que ver con estos rosquetes tucumanos que hemos explicado. Os dejamos un vídeo en el que podéis ver la elaboración de esta receta, por si es la receta que estás buscando.
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Los rosquetes pueden hacerse en forma de rosca grande para llevarlo a la mesa en tamaño grande. Luego en la mesa se corta y ya está.
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Hay que tener en cuenta que los rosquetes en el horno crecen, por lo que es importante que el agujero del centro sea grande, evitando así que la rosca se cierre en el horno. Además, tenlo también en cuenta a la hora de colocarlos, ya que se podrían pegar entre ellos.