¿Qué tal si descubrimos los secretos para disfrutar de una deliciosa y cremosa salsa que nos servirá para un buen montón de platos de pasta, arroz o carne?
Comenzamos por limpiar las setas y para eso, lo primero que debemos hacer es renunciar al agua. Efectivamente, las setas debemos limpiarlas con un paño limpio, retirando la tierra y quitando con un cuchillito las impurezas y partes picadas. No podemos emplear agua para este proceso porque, con ello, eliminaríamos casi todo el aroma de los hongos.
Una vez que tengamos las setas bien limpitas, las debemos picar y, dependiendo del tipo de hongo y también de nuestros gustos, podemos hacer un picadillo fino (más apropiado para champiñones) o una bonito laminado (con el que lucen más los boletus).
Llega el momento de empezar a dar fuego a esta preparación y, para ello, colocamos una cazuela al fuego con la mantequilla atemperada y rehogamos en ella las setas que hemos troceado. Permitimos que se evapore un poco del agua que sueltan y agregamos la nata.
Salpimentamos la salsa de setas al gusto y dejamos que reduzca hasta que tenga el punto de cremosidad que más nos convenga.
Foto orientativa: Annie Mole
Puedes hacer un poco más light esta salsa cambiando la nata por leche evaporada especial para salsas y cremas o por una nata para cocinar más ligera.
El solomillo de cerdo siempre es delicioso de comer, pero acompañado con una rica salsa de setas y patatas al azafrán, será el mayor acierto.
Exquisito solomillo con salsa de setas, aromatizado con vino de Oporto. Una buena elección para aquellos a los que les guste una buena carne jugosa.
Nutritivo y sano plato de guisantes en salsa de setas, al que merece la pena echarle un vistazo... seguro que los resultados sorprenderán a más de uno.
Preparar estos macarrones en salsa de setas no nos va a llevar más que unos minutos, y los resultados serán realmente deliciosos.
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