Salsa casera sabrosa para albóndigas, hecha con pimientos rojos, tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, caldo de pollo, laurel y pimienta. ¡Se puede congelar!
Vamos a hacer la salsa para albóndigas en una cacerola grande, pensando en que una vez hecha la salsa, servirá para calentar también las albóndigas y que se tomen de la salsa
Primero, cortar los dientes de ajo en láminas y añadir a la cazuela. Luego, picar la cebolla y echarla a la cazuela junto con un chorro de aceite de oliva. Rehogar a fuego lento hasta que la cebolla esté casi transparente. Mientras, lavar y picar el tomate y los pimientos, y echarlos a la cazuela cuando la cebolla esté lista.
Para darle sabor a la salsa para albóndigas, una vez que el tomate y el pimiento se hayan ablandado un poco, añadiremos caldo de pollo, dos hojas de laurel, pimienta y sal. Removeremos, y dejaremos chapotear durante unos 5 minutos más.
Por último, pasaremos la batidora por la salsa para albóndigas, hasta crear una masa fina y homogénea, y lista para echar dentro las albóndigas y disfrutar.
Foto orientativa: JLastras
Una riquísima salsa fácil para albóndigas, con el punto más entrañable de la cocina de las abuelas. Deliciosa gracias a las almendras y el vino blanco.
Rica salsa de vino, pimentón y cebolla, perfecta para acompañar a unas jugosas albóndigas de carne, huevo, ajo y perejil, pan y leche.
Jugosas albóndigas de pollo en salsa agridulce. Unas originales albóndigas con un delicioso toque asiático aportado por la salsa. ¡Tienes que probarlas!
Como entrante o aperitivo, las albóndigas de morcilla con salsa de pimientos forman un buen contraste entre la carne caliente y la salsa fría.
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