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- Receta de sardinas enlatadas
Ricas sardinas conservadas de forma artesanal en aceite de oliva. Un proceso de conservación muy sencillo que te permite degustarlas cuando y donde quieras.
Antes de nada, deberemos asegurarnos que las sardinas que enlataremos estén bien limpias de vísceras, escamas y les habremos retirado la cabeza.
A continuación, las lavaremos bajo el grifo y las secaremos con papel de cocina.
Colocaremos las sardinas en una vaporera donde habremos puesto un poco de agua, las sazonamos y las coceremos al vapor durante un par de minutos o hasta que veamos que están hechas.
Retiramos, dejamos que se enfríen y entonces, comenzamos a enlatar las sardinas en unos frascos esterilizados.
Las colocamos de forma vertical, con la cola hacia arriba, y lo más juntas unas de otras como nos sea posible. Si podemos insertar (de modo inverso, es decir, con la cola hacia el hueco) alguna pieza de pescado más pequeña entre las sardinas colocadas, lo haremos para que en el tarro, quede el menor espacio libre posible.
Ahora, rectificamos la sazón y cubrimos todo con aceite, teniendo la precaución de no llegar al borde del recipiente (dejaremos un centrímetro y medio aproximadamente).
Cocemos las sardinas enlatadas al baño María durante unos 45 minutos. Pasado ese tiempo, retiramos del fuego, dejamos que los tarros se enfríen dentro del agua antes de sacarlos y listo.
Foto orientativa: John
Rebozadas con ajo, perejil, harina y huevo, vamos a hacer unas ricas sardinas acompañadas de una suave y deliciosa salsa de tomate frito. Está buenísimo.
Sardinas frescas en escabeche de vinagre y vino con cebolla roja. Una refrescante, fácil, sabrosa y rápida tapa para tomar en cualquier momento.
Fresquísimas sardinas hechas con jugo de cítricos, riquísimas para tomar solas, en pintxos o en tostas. Ideales como aperitivo acompañadas de una cerveza.
Una mezcla de pimiento y tomate asado, aliñado con ajo, vinagre y aceite. Todo ello coronado con unas deliciosas sardinas marinadas.