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- Receta de solomillo de cerdo en salsa cebolla y queso
Una de las carnes del cerdo más apreciadas, el solomillo, guisado en una fina y suave salsa de cebolla, vino y un toque de queso. No está nada mal.
Comenzamos la preparación dorando el solomillo a fuego lento en una cazuela con un poco de aceite de oliva. Cuando esté dorado, lo apartamos y lo reservamos.
En el mismo aceite en el que hemos frito el solomillo, hacemos la salsa aprovechando así los jugos de la carne.
Empezamos pochando la cebolla, los pimientos y los ajos, todo ello bien troceado. Cuando esté rehogado, blandito y un poco dorado, echamos de nuevo el solomillo, añadimos el vino con el fuego al máximo, las especias y el queso.
Dejamos cocer a fuego fuerte durante unos dos minutos para que el alcohol del vino se evapore bien, y luego bajamos el fuego. Lo dejamos cocer con el "chup-chup" ligero hasta que la salsa reduzca y la carne esté blandita.
Terminamos retirando la carne y triturando la salsa con la batidora.
Aparte, cortamos el solomillo en filetes y le damos un hervor durante unos cinco minutos más junto con la salsa triturada antes de llevarlo caliente a la mesa.
Foto orientativa: Alvin Smith
Si cuando termines la preparación de los solomillos ves que la carne está dura, puedes añadir un poquito de agua para cocerlo más, una vez troceado.
Si puedes, usa solomillo ibérico y notarás la diferencia.
El solomillo de cerdo es una alternativa genial a la hora de preparar un plato con salsa teriyaki, puesto que el pollo es lo que siempre solemos utilizar.
Con una exquisita salsa agridulce, vamos a preparar un riquísimo solomillo de cerdo elaborado al horno. Tan bueno que sorprenderás a los tuyos por su sabor.
Con el aroma de la salsa de soja, las verduras, el tomate, y el sabor de las almendras, la salsa impregna la carne de cerdo de matices interesantes.
Una receta de jugoso solomillo con salsa de champiñones, ideal para preparar en el momento antes de cenar, ya que se tarda poco y es muy fácil de hacer.