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- Receta de sopa de cebolla gratinada
La sopa de cebolla gratinada es una de las versiones más extendidas de un plato muy apegado a la tradición culinaria europea. Pura cocina de invierno.
Comenzamos nuestra sopa de cebolla gratinada y lo hacemos pelando y cortando la cebolla en tiras muy finas.
En una olla echamos la mantequilla e incorporamos la cebolla hasta que dore y dejamos que lo haga a fuego lento. Añadimos el vino, desglasamos, dejamos evaporar y adjuntamos el caldo. Salpimentamos al gusto, y dejamos cocer 20 minutos a fuego lento.
Ponemos el horno a precalentar, en modo grill a 250ºC.
Mientras aprovechamos para tostar las rebanadas de pan que van a dar consistencia a la sopa de cebolla gratinada. Colocamos las rebanadas repartidas en boles que resistan la temperatura del horno.
Ponemos el caldo por encima y espolvoreamos con el queso. Metemos a gratinar de 6 a 8 minutos, dependiendo del gusto.
Servir la sopa de cebolla gratinada inmediatamente.
Foto orientativa: jeffreyw
La sopa de cebolla gratinada pertenece a ese recetario antiguamente denominado "cocina de pobre". Servía para llenar el estómago y combatir el frío con ingredientes muy básicos. Hoy estos platos se han convertido en auténticas estrellas de la cocina gourmet.
Esta receta es una forma distinta y divertida de comer verduras. Una sopa de zanahorias gratinada es deliciosa.
La sopas de ajo eran todo un clásico en las cocinas de las abuelas. Esta receta les da un toque nuevo, gracias al queso y al gratinado final del plato.
¡Para los días en que no apetece complicarse en la cocina, pero tampoco queremos renunciar al sabor, nada mejor que una sopa de cebolla con queso gratinado!
Usando como base la conocida sopa de cebolla tradicional, preparamos esta crema o sopa de cebolla con langostinos cocidos en el propio plato de presentación.