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- Receta de tarta riesling
Una deliciosa crema del conocido vino blanco alemán Riesling entre dos crujientes bases de almendra y chocolate. ¡Exquisita!
Tamizamos la harina junto con el cacao en polvo, hacemos un hueco en el centro como si fuera un volcán y agregamos la yema de huevo y la leche. A continuación, cortamos la mantequilla en dados grandes y la distribuimos por encima. Esparcimos de la misma forma el azúcar blanquilla y la almendra rallada.
Mezclamos ligeramente con las yemas de los dedos los ingredientes de la masa de la tarta riesling y posteriormente, amasamos de afuera hacia dentro hasta que tengamos una masa lisa.
Hacemos una bola con la masa de la tarta riesling y la envolvemos en papel film de cocina. Metemos en el frigorífico y dejamos que repose al menos 1 hora.
Pasado ese tiempo, dividimos la masa y la extendemos sobre una superficie enharinada con la ayuda de un el rodillo. Estiramos hasta conseguir 2 placas redondas de unos 3 mm. de grosor y 26 cm. de diámetro. Las colocamos en dos bandejas de horno, pinchamos ligeramente su superficie con un tenedor y las horneamos unos 10 minutos a 220ºC. Retiramos del horno y reservamos.
Por un lado, hidratamos la gelatina en agua fría y por otro lado, en un bol, mezclamos las yemas con el azúcar.
A continuación, pasamos la mezcla a un cazo y ponemos al fuego. Añadimos el vino Riesling, la ralladura, el zumo de limón junto con el zumo de naranja y calentamos.
Cuando esté a punto de hervir, removemos continuamente hasta que ligue la crema.
Ahora, incorporamos a lo que será la crema de nuestra tarta riesling, la gelatina ya hidratada y escurrida. Removemos bien hasta que ésta se deshaga completamente y se incorpore a la crema. Retiramos del fuego.
Ahora, montamos la nata bien firme y la incorporamos suavemente a la crema de la tarta riesling con movimientos de abajo hacia arriba hasta que espese.
Colocamos un aro, del mismo diámetro que las placas, rodeando toda la placa crujiente que vamos a usar de base de esta tarta riesling. Llenamos con la crema de vino y alisamos un poco con una espátula.
Dejamos reposar en el frigorífico para que adquiera consistencia y en ese momento, depositamos encima la otra placa crujiente, que previamente, habremos dividido en porciones. La colocamos bien para que nos queden perfectas y espolvoreamos con azúcar glas.
Podemos decorar la tarta riesling con alguna figura de caramelo, chocolate, o al gusto de cada uno. Servimos bien frío.
Foto y fuente: Bavette
Yo os aconsejo que la placa que irá en la parte de arriba de la tarta, la cortéis ya en porciones (salen 16), porque a la hora de servir os será más fácil ya que las placas son muy crujiente, y queremos evitar que luego se nos rompa. También la podemos dejar ya espolvoreada con el azúcar glas
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