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El té helado es una deliciosa infusión para tomar en cualquier momento. Muy fácil de hacer. Bien frío te ayudará a refrescarte en los días de más calor.
Comenzaremos la preparación de nuestro té helado poniendo a hervir medio litro de agua, en una tetera junto a las bolsitas de infusión. A los 3 minutos, la infusión estará hecha, con lo que retiraremos la tetera del fuego.
Echamos el contenido de la tetera en una jarra de gran capacidad, (de más de 1 litro), añadimos el azúcar o la sacarina, y removemos bien para que se disuelva. Tras disolver el edulcorante en la infusión, añadiremos medio litro más de agua, pero en esta ocasión, agua fría.
Metemos la infusión en la nevera, para que se enfríe bien. Antes de servir nuestro té helado, haremos un zumo con un limón. Cuando el zumo de fruta esté hecho, lo echaremos en la jarra donde tenemos la infusión junto a unos cubitos de hielo para asegurarnos que el té helado mantiene su temperatura ideal.
Puedes decorar la jarra o la taza donde vayas a servir el té helado con unas rodajitas de limón natural.
Foto orientativa: arnold | inuyaki
Puedes acompañar el té helado tanto con azúcar como con sacarina o cualquier otro edulcorante, elige el que más te guste.
Los que pidan a gritos una bebida bien fresquita en verano que levanten la mano. Ellos serán los afortunados que disfrutarán de este té helado con limón.
Tan rico y refrescante como su nombre sugiere. Este helado de té verde, queso en crema y zumo de limón está delicioso, ideal para los días de máximo calor.
Muy propio de la gastronomía japonesa, el helado de té resulta un postre delicioso en cualquier ocasión, muy apropiado para rematar una comida festiva.
Si te gusta el helado frito, esta es tú receta. Perfecta para hacer con cualquier sabor de helado y disfrutar del contraste de temperatura y de sabores.