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- Receta de caldereta de cabrito
Delicioso guiso de carne con pimentón, vino blanco, ajos, pimientos, laurel y, si se quiere, patatas. Un plato de toda la vida, sencillo y sabroso.
Cogemos los pimientos secos, les retiramos el rabito, los cortamos en 3-4 trozos, y les quitamos las pepitas. Ponemos los trozos de pimiento en un bol con agua para que se hidraten
Pelamos los dientes de ajo y los cortamos el láminas no muy finas.
Si no tenemos el cabrito cortado en trocitos, nos va a tocar trocearlo. Si lo hemos comprado ya troceado, trabajo que nos ahorramos.
Ponemos una cazuela al fuego con aceite, y echamos los ajos laminados que teníamos reservados.
Una vez que los ajos empiezan a dorarse, echamos la carne y la rehogamos para que coja sabor y algo de color.
Añadimos los pimientos choriceros escurridos (no tires el agua), la hoja de laurel, bajamos el fuego y lo espolvoreamos todo con el pimentón. Removemos para que el pimentón se cocine y agregamos el vino blanco.
A los 3 minutos, el alcohol se habrá evaporado, será el momento de añadir el agua, hasta cubrir la carne por completo, usando también el agua de los pimientos, pues está llena de color y sabor.
Tapamos y dejamos que todo cueza durante unos 40-45 minutos, a intensidad media.
Si queremos aumentar la cantidad de comida, añadiremos 1 ó 2 patatas cortadas en cuadraditos y fritas, cuando queden unos minutos de cocción, de esta forma cogerán las patatas el sabor de la caldereta. Aunque si quieres reducir las calorías, puedes añadirlas al principio de la cocción sin freírlas.. Sin duda, de una forma o de otra, es una forma perfecta de hacer un plato único lleno de sabor y buenos nutrientes.
Foto orientativa: TUJERTE Asociación de Turismo del Valle del Jerte
Si no tienes pimientos choriceros, usa unas ñoras, o cualquier pimiento rojo si no tienes ninguno seco.
Si tienes un carnicero de confianza, pídele que te corte el cabrito en trocitos, ellos siempre te pueden hacer los cortes más precisos y en menos tiempo que tú.
Esta misma receta la puedes hacer con cualquier otra carne, quedará exactamente igual de rica, aunque con un sabor distinto según la carne que uses. Eso sí, tendrás que ajustar el tiempo de cocción.
Para disfrutar de la carne del cabrito, hay que hacerlo a la brasa con paciencia y con mucha ciencia: eso es un cabrito al pastor, y queda delicioso.
Carne de cabrito macerada con un preparado de especias, y asada al horno hasta coger su color tostado característico. ¡Tierna y sabrosa!
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