A los niños les encantará esta carne sorpresa, ya que, al tener una costra de huevo y queso sobre ellas, no sabrán lo que son hasta que les peguen un corte.
Para preparar las chuletas gratinadas con queso, en un bol se mezclan las yemas de huevo con la nata y el queso rallado. Se bate bien y se reservan mientras se hacen las chuletas. De esta forma cogerá cuerpo y espesará un poco.
Doramos las chuletas a la plancha, a fuego fuerte y sazonadas por ambos lados y, una vez doradas, las vamos colocando en una placa de horno. Encendemos el gratinador del horno a tope para que vaya cogiendo fuerza.
Una vez que tenemos todas las chuletas listas, las napamos con la mezcla de la yema y el queso, y las metemos al horno 5 minutos a 180 ºC. Como el gratinador estaba encendido a tope, guardará el calor y dorará la costra que le hemos hecho a las chuletas gratinadas con queso y, al poner el horno a 180 ºC conseguiremos que la carne se termine de hacer por dentro, para que quede jugosa pero cocinada.
En el momento de llevarlas a la mesa, podemos acompañar las chuletas gratinadas con queso con unas cuantas patatas fritas.
Foto orientativa: jlastras
Unos ricos entrantes de pan con queso en lonchas al horno con una salsa de huevos, leche, nuez moscada y mantequilla.
Te presentamos una exquisita forma de comer una rica coliflor cocida y gratinada al horno con un poco de queso rallado. Tan bueno que nadie se resistirá.
Como plato único o como guarnición para acompañar carnes o pescados, estas patatas gratinadas con queso estás buenísimas. ¿A qué esperas para probarlas?
Disfruta en la mesa, con esta receta de vieiras gratinadas con queso, rellenas de champiñones y con el inconfundible sabor del gruyer. ¡Son irresistibles!
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