Receta de Coca de yogur

Como vamos a utilizar el recipiente del yogur como referencia para tomar las medidas del resto de los ingredientes, lo primero que haremos, será poner el yogur en un cuenquito, limpiarlo bien y pasar a medir el resto de los ingredientes.

Rellenamos el recipiente del yogur 3 veces con harina, la tamizamos y la ponemos en un bol. Añadimos la levadura, también tamizada y mezclamos.

Ahora, el mismo recipiente de yogur, lo rellenamos otras 3 veces con azúcar, la ponemos en el bol con la harina y la levadura y finalmente, ponemos 1 medida del yogur de aceite.

Lo mezclamos todo, añadimos el yogur que tenemos en el cuenquito y reservamos.

A continuación, ponemos el horno a precalentar 170ºC, engrasamos un molde con un poquito de mantequilla y lo enharinamos ligeramente. Continuamos con la preparación.

Separamos las yemas de las claras de los huevos y las primeras, las yemas, las ponemos en el bol con el resto de los ingredientes. Lo batimos todo muy bien, con la ayuda de unas varillas eléctricas hasta que consigamos obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Reservamos.

Ponemos las claras de los huevos en otro bol, añadimos una pizca de sal y las montamos a punto de nieve. Cuando estén bien firmes, las incorporamos al bol de la masa que tenemos reservada y con movimientos envolventes, (para intentar que la mezcla no se baje mucho) lo unimos todo.

Vertemos la masa en el molde que tenemos reservado y horneamos durante tres cuartos de hora, o hasta que al pinchar nuestra coca de yogur con la punta de un cuchillo (o un palillo), ésta salsa limpia.

Sacamos, espolvoreamos con azúcar glas (si te ayudas a esparcirla con un colador, te quedará una capita mucho más fina y uniforme), desmoldamos y ¡a disfrutar de tu coca de yogur!

Foto orientativa: lablascovegmenu

Si quieres potenciar el sabor del limón, puedes añadir a la masa la ralladura de un limón o si quieres da un toque de vainilla, puedes usar un yogur natural (sin azúcar) en lugar de uno de limón y poner unas gotitas de esencia de vainilla o bien, cambiar un par de cucharadas de azúcar blanquilla por azúcar avainillado.