Criadillas de tierra cocidas, caldo de marisco y nata líquida, son los principales ingredientes de un plato sencillo, rápido y muy original.
Pelamos y picamos los ajos. Hacemos lo mismo con la cebolla.
Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite. Doramos los ajos y, en cuanto veamos que empiezan a cambiar de color, añadimos la cebolla.
Sazonamos, agregamos más aceite si lo vemos necesario y lo dejamos al fuego para que se vaya sofriendo.
Laminamos las criadillas y las incorporamos a la sartén. Las rehogamos unos segundos hasta que se evapore el agua.
Vertemos el caldo de marisco y lo dejamos reducir un par de minutos.
Agregamos la nata y dejamos todo cocer.
Salpimentamos, y dejamos las criadillas al fuego hasta que la salsa comience a reducir y a espesar ligeramente... ¡Y listo!
A esta receta se le puede incorporar mejillones, gambones, langostinos, almejas... Vamos cualquier fruto del mar que te guste y que le aporte un extra de sabor, color y textura.
Un plato delicado en sabor, con las criadillas de la tierra y el jamón serrano como ingredientes principales.
Curiosa combinación de sabores y texturas, que te harán quedar como todo un chef.
La dehesa hecha plato es justamente este revuelto a base de jamón, criadillas de tierra, huevos, aceite de oliva y especias.
Un tartar de criadillas, frutos de la huerta y perdiz extremeña en escabeche suave trufado, ideal para los paladares más exigentes.
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