Receta de Croquetas de boletus

Limpiamos los boletus (si no sabes como hacerlo, lee la nota de autor, ahí explico como se hace) y los picamos en trocitos finos.

En una sartén con un poco de aceite, pochamos la cebolla finamente picada. Cuando esté lista, añadimos los boletus. Eso sí, mientras dura este proceso, tendremos un cazo al fuego, con la leche, para que esté caliente.

Cuando tengamos los boletus ya listos, vamos incorporando la harina a la sartén, con cuidado, removiendo para que se cocine pero no quede quemada.

A continuación, vamos añadiendo leche caliente a la sartén, poco a poco, y vamos removiendo hasta conseguir una bechamel con la textura que cada uno desee. Si no sabemos qué punto darle, una pista nos la puede dar la misma bechamel, cuando la movamos y veamos que la misma se despega con facilidad de la sartén, estará lista.

Aunque nos parezca que la bechamel está muy líquida, una vez que enfría espesa bastante y quedará perfecta para que puedas darle a las croquetas la forma que quieras.

Apartamos, tapamos la masa con film transparente, la dejamos que temple a temperatura ambiente, y la metemos en el frigorífico durante 24 horas o hasta que esté completamente fría.

Pasado este tiempo vamos formando las croquetas, las pasamos por huevo batido y luego por pan rallado y las freímos por tandas, en abundante aceite caliente, y servimos en seguida.

Foto orientativa: Koldo Miranda https://www.flickr.com/photos/koldomiranda/8238050331/sizes/z/in/photostream/

Ojito a la hora de limpiar los boletus tanto para hacer estas croquetas, como para hacer cualquier otra preparación, pues, si los lavamos, las setas perderían buena parte de su sabor. Por ello limpiarlos en condiciones y sin agua.

Tomamos un cuchillo con buen filo y retiramos la parte más dura del tronco. A continuación, humedecemos la hoja del cuchillo y raspamos con él el tronco de los boletus.

Con un paño húmedo limpiamos la seta entera y ya podemos cortarla como necesitemos para cada receta, en este caso para las croquetas será un picadito fino.

Si quieres congelar las croquetas, para comerlas en cualquier otro momento, hazlo una vez empañadas, luego, sólo tienes que sacarlas del congelador y freírlas igual, en abundante aceite caliente y por tandas de 4 a 6 croquetas para que el aceite se enfríe lo menos posible.