Receta de Galletas red velvet

En un bol, ponemos el azúcar y en un cuenquito, la mantequilla. Calentamos unos segundos la mantequilla en el microondas para que se ablande y obtengamos una textura de pomada. En ese momento, la pasamos al bol con el azúcar y con la ayuda de un batidor de varillas eléctrico, batimos todo hasta conseguir una mezcla blanquecina y cremosa. Reservamos.

En otro recipiente, tamizamos la harina, tamizamos un par de cucharadas de cacao en polvo, ponemos la levadura y mezclamos.

Ahora, volvemos al bol del azúcar y la mantequilla y añadimos el huevo y media cucharadita de esencia de vainilla y batimos hasta que esté todo bien integrado.

Con un palillo, cogemos un poquito de colorante (un grano de arroz más o menos) y lo ponemos en la masa. Mezclamos y repetimos la operación hasta que consigamos la intensidad deseada, teniendo en cuenta que el color se intensificará una vez que añadamos el cacao y lo horneemos, por lo que la primera vez que hagas estas galletas red velvet te aconsejo que uses poquito y vayas aumentando la cantidad según los resultados, pues si te pasas, puedes dejar a todos tus invitados con un llamativo color rojo en la boca, lengua y dientes, jejeje.

Una vez tengamos el color listo, añadimos al bol (poco a poco) los ingredientes secos que tenemos tamizados mientras seguimos batiendo hasta conseguir una mezcla homogénea y sin grumos.

Ponemos el horno a precalentar a 190ºC y mientras adquiere temperatura, forramos la bandeja del horno con papel vegetal y con la ayuda de una cuchara sopera, empezamos a disponer porciones de la masa sobre ella, intentando que todas las porciones sean más o menos del mismo tamaño y dejando espacio entre cada galleta pues con el calor, crecerán y se pueden pegar.

Metemos la bandeja en el horno y dejamos que se horneen durante unos 7 minutos o hasta que veamos que los bordes empiezan a estar hechos.

Sacamos, dejamos atemperar en la misma bandeja y después, pasamos las galletas red velvet a una rejilla para que se enfríen por completo antes de rellenarlas con el buttercream.

Foto orientativa: Mallory Dash

Con estas cantidades, te pueden salir unas 20 galletas de tamaño normal.

Como alternativa al colorante alimentario, puedes poner un poco de remolacha cocida y triturada. Eso sí, en ese caso, recuerda reducir un poco la cantidad de azúcar, pues la propia remolacha ya aporta algo de dulzor.