Esponjosos y tiernos gofres con sabor a chocolate y un toque de vainilla. Los acompañamos de un poquito de miel y fruta ¡y ya tenemos el bocado perfecto!
Empezamos por preparar la leche cortada o buttermilk y para eso, en un bol ponemos la leche desnatada, el zumo de limón y mezclamos bien. Dejamos reposar unos minutos para que adquiera el aspecto cortado mientras seguimos preparando la masa de los gofres de chocolate.
En un bol mezclamos los ingredientes secos, es decir, ponemos la harina, el cacao en polvo, el bicarbonato, el impulsor químico y una pizca de sal. Con unas varillas de mano, removemos y reservamos.
Ahora, en otro bol amplio ponemos el huevo, la mantequilla, unas gotas de esencia de vainilla y batimos. Añadimos la leche cortada con el zumo de limón y volvemos a batir hasta que esté todo bien integrado.
En ese momento, empezamos a incorporar a esta mezcla los ingredientes secos que tenemos reservados y mezclamos (con una espátula o con unas varillas de mano) lo justo para conseguir una mezcla homogénea.
Engrasamos la gofrera con el aceite en spray y repartimos en ella la mezcla de los gofres de chocolate. Los cocinamos siguiendo las instrucciones del fabricante ¡y listo!
Desmoldamos y servimos los gofres de chocolate con un poquito de azúcar glas por encima (espolvoreada a través de un colador), unas rodajitas de plátano y un chorrito de miel.
Foto orientativa: Meal Makeover Moms
Si tienes suero de leche o buttermilk, úsalo en lugar de la mezcla de leche y zumo de limón. Es decir, si puedes, pon 220 ml. de buttermilk (o suero de leche) y elimina de la receta la leche desnatada y el zumo del limón.
Puedes cambiar la esencia de vainilla por un poquito de canela en polvo y así darás otro toque distintos a estos gofres de chocolate. E incluso puedes probar a cambiar esa esencia por otra y poner, por ejemplo, de naranja o de fresa.
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