Hígado frito, con un aporte de hierro y energía para toda la familia, acompañado de verduras y especias, y con un poco de picante para los más atrevidos.
En primer lugar, vamos a cortar el hígado en trozos pequeños para cocinar el hígado frito más rápido. Debemos lavarlo muy bien y luego lo dejamos escurrir para que pierda el exceso de agua.
Una vez escurrido lo echamos en un bol y le añadimos las especias, la cayena y la pimienta, la cucharada de vinagre y los ajos laminados. Si nos gusta más picante, echaremos más cayena o guindilla, pero si no nos gusta demasiado, solo con la pimienta también podemos macerar el hígado. Tendremos en maceración el hígado durante unos 30 minutos.
En una sartén, pochamos la cebolla con un poco de aceite de oliva y agregamos el pimiento y sofreímos a fuego medio hasta que la cebolla tome color, seguidamente añadimos el hígado y salteamos hasta que se pierda todo el exceso de agua del hígado frito. Corregimos de sal y servimos recién hecho y bien caliente.
Foto orientativa: SaucyGlo
Podemos acompañar el hígado frito con patatas cocidas o con ensalada.
Aquí os dejamos una fantástica receta de higos cocidos en almíbar de azúcar con esencia de limón. La mejor forma de preparar higos para hacer conservas.
Si quieres disfrutar del poder nutritivo y vitaminas de los higos, durante todo el año, lo mejor es secarlos. Así podrás degustarlos en cualquier momento.
El hígado con cebolla o hígado encebollado, gracias al dulzor de la cebolla caramelizada es un plato sabroso rico en hierro y vitaminas.
Por su contenido en hierro, el hígado de cerdo no puede faltar en la alimentación de niños y mayores, y acompañado de verduras será un plato muy completo.
Descarga las mejores recetas de Pollo
Recetas con pollo fáciles para todos los gustos y para cualquier ocasión. ¡Deliciosas!
Arroces
Bebidas
Carnes
Dulces
Ensaladas
Frutos secos
Guarniciones
Huevos
Legumbres y cereales
Mariscos
Masas
Panes
Pasta
Patatas
Pescado
Pizzas
Quesos
Salsas
Setas
Sopas y cremas
Verduras
