Sencillos y ricos bocaditos de hojaldre rellenos con jamón y queso. Ideales como entrante, tapa o picoteo pues se pueden comer tanto fríos como calientes.
En el mismo momento en el que nos pongamos a preparar estos hojaldritos, ponemos a precalentar el horno a 200ºC por arriba y por abajo.
Limpiamos un trozo de nuestra encimera o mesa de trabajo concienzudamente, la enharinamos y colocamos la masa de hojaldre sobre ese trozo. La estiramos un poquito con ayuda de un rodillo y la cortamos en rectángulos largos de más o menos 4 dedos de ancho.
Aparte, cortamos el fiambre también en tiras de más o menos 2 dedos de ancho y lo vamos colocando en el centro de las tiras de hojaldre, de forma que nos quede 1 dedo de hojaldre sin cubrir por cada lado.
Ahora, esparcimos el queso encima del fiambre y doblamos uno de los lados del rectángulo sin relleno sobre el fiambre, y luego hacemos lo mismo con el otro, de forma que queden un poco montados. Damos la vuelta al "churro" de hojaldre, para que la unión quede hacia abajo y con un cuchillo bien afilado, lo cortamos en rectangulitos de unos 3 dedos de largo.
Repetimos el proceso con el resto de ingredientes hasta terminar tanto con el hojaldre como con el relleno.
A continuación, colocamos los hojaldres de jamón y queso sobre la bandeja del horno (que previamente abremos forrado con papel vegetal), los pinchamos como un tenedor para que no suban demasiado, los pintamos por encima con la ayuda de un pincel con el huevo (ya batido) y los espolvoreamos con un poquito de orégano.
Una vez preparados todos, los metemos al horno y a los 10 minutos aproximadamente, abrimos y miramos si se están quemando por la base. Si es así, bajamos un poco la temperatura (a 170ºC) y subimos un nivel la bandeja.
Los dejamos hasta que veamos que el hojaldre está hecho. En ese momento, encendemos el gratinador y dejamos durante unos minutos, los justos para que se doren y tomen un poquito de color.
Sacamos ¡y a disfrutar!
Las cantidades del relleno son orientativas, depende de si nos gusta con más o menos queso o más o menos fiambre.
El fiambre, es bueno intentar poner uno que sea más o menos jugoso, porque sino, quedará muy seco.
El queso puede ser en lonchas o alguno semicurado que tengamos y rallemos nosotros mismos.
El tiempo de cocción depende del horno (aunque en unos 15 minutos seguramente los tengas listos), por eso es bueno ir mirando como están cada cierto tiempo para que no se nos quemen.
Una rica trenza de hojaldre rellena de jamón serrano, queso y un delicioso salteado de setas. Quedarás como un experto cocinero.
Si preparar un hojaldre es toda una delicia, un hojaldre de jamón cocido y piña va mucho más allá, porque combina sabores de una forma espectacular.
Estos hojaldres de jamón y tomate resultarán perfectos, con un toque de parmesano y orégano, para ofrecer unos aperitivos de fiesta.
Tanto como aperitivo o como merienda, el hojaldre de jamón york es todo un acierto para todas las edades.
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