Receta de Natillas de calabacín

Ponemos un cazo al fuego con la leche, las pieles de los cítricos y la vaina de canela o vainilla. No perderemos de vista el cazo, pues en el momento que empiece a cocer, la leche podría subir y subir, y salirse del cazo.

Mientras la leche está en el fuego, pelamos bien los calabacines, pues no nos interesa tener nada de la piel ya que las natillas podrían quedar verdes, y no es algo que queramos.

Cuando estén pelados, los partimos en trocitos y los echamos al cazo, donde se cocerán con la leche. Más o menos a los 15-20 minutos a fuego medio, los calabacines estarán cocidos.

Cuando la verdura esté lista, lo trituramos todo bien con la batidora (podemos retirar las cáscaras de los cítricos si queremos, eso es al gusto de cada uno) y agregamos el azúcar o edulcorante.

Ya sólo nos queda repartir las natillas en cuencos individuales, colocar en el centro de cada cuenco una galleta, meterlos en el frigorífico y dejarlo enfriar por completo.

En el momento de comerlas, podemos espolvorearlas con canela en polvo, a mi es como me gustan, con galletas y un buen poco de canela.

Cuidado al sacar las pieles de los cítricos, por un lado han de estar bien limpios, incluso usando algún desinfectante o limpiándolos con vinagre. Por otro lado, no debes coger nada de lo blanco de la parte de abajo de la piel, pues la crema podría amargar y no es algo que queramos que pase.

No indico la cantidad de azúcar, pues lo ideal es ir probando hasta tener el dulzor que más le guste a cada uno, a mi, por ejemplo, me gusta poco dulce, pero si eres dulcero no dudes ir añadiendo azúcar poco a poco, hasta que tenga el sabor que te guste.

Con la piel de los calabacines bien limpia, la podemos usar para hacer una crema, una tortilla e, incluso, añadirla al gazpacho.