- Inicio
- Recetas de dulces
- Receta de orejas de abad
Crujientes y dulcecitas, las orejas de abad u orejas de fraile son una deliciosa apuesta por la repostería castellana.
Buscamos un bol con profundidad para hacer el batido que requerimos para unas buenas orejas de abad. Cascamos los huevos y los unimos con la leche, el anís y canela molida al gusto (yo suelo poner una cucharadita rasa).
Batimos todos estos ingredientes hasta que queden bien incorporados y llega el momento de trabajar con la harina. Iremos incorporándola poco a poco, sin dejar de remover. Debemos ir echando toda la que vaya pidiendo la masa, hasta que tengamos una pasta suave, fina y con carácter. En ese momento dejaremos que esa masa para las orejas de abad repose un par de horitas, cubierta con film transparente o un paño de cocina.
Espolvoreamos suavemente con harina la superficie para trabajar y estiramos la masa, ayudándonos con un rodillo o una botella lisa. La masa de las orejas de abad debe quedar lo más fina posible, pero sin que llegue a romperse.
Finalmente, cuando esté del grosor deseado, vamos cortando rectángulos, que freiremos en una sartén con abundante aceite bien caliente. Cuando las orejas de abad estén doraditas por las dos caras, las sacamos a escurrir sobre papel de cocina y luego las pasamos por azúcar.
Foto orientativa: santinet
Oreja de cerdo cocida con laurel, clavo y sal, frita sin más en abundante aceite, o rebozada en una mezcla de harina y pimentón para potenciar el sabor.
Una manera de disfrutar las orejas con un toque picante. Ideal como entrante o ración para disfrutar con los amigos o la familia.
Vamos con uno de los platos más populares de la gastronomía madrileña, la oreja de cerdo a la plancha. Una de casquería tradicional.
Una masa fina de sabor suave rebozada en azúcar y canela molida. Un dulce típico en Carnaval, ideal para mojar en café, leche o chocolate.