Receta de Pisto manchego con pollo

Para elaborar el pisto manchego con pollo, el primer paso de la receta consiste en preparar las patatas. Para eso, las pelamos y cortamos (chascando) en gajos pequeños que luego freiremos en una sartén con abundante aceite.

Una vez doradas, retiramos las patatas a un plato con papel absorbente para eliminar el aceite sobrante y las reservamos.

Mientras freímos las patatas, preparamos los demás ingredientes del pisto manchego con pollo: pelamos los tomates y los troceamos en dados; cortamos en juliana las cebollas y en cuadritos los pimientos; pelamos también el calabacín y lo troceamos en dados pequeños.

Luego, en una sartén con un chorrito de aceite de oliva, sofreímos todas las verduras. Empezamos por la cebolla, y tras 10 minutos, continuamos con el pimiento, el calabacín y el tomate, con intervalos de 5 minutos entre uno y otro.

Una vez añadido el tomate, dejaremos que el pisto manchego se cocine durante unos 10 minutos más a fuego lento. Sazonamos.

Mientras, coceremos en un cazo pequeño dos huevos (no más de 10 minutos de cocción) y cortaremos en tiras la pechuga de pollo.

Sofrita la verdura, añadiremos las tiras de pollo y removeremos bien. Dejaremos rehogar todo junto hasta que el pollo se cocine y coja sustancia.

El último paso consiste en añadir las patatas fritas: removemos y ya sólo nos queda emplatar el pisto manchego con pollo.

Decoramos el plato con trozos de huevo cocido... Y ¡a disfrutar de este plato tradicional tan delicioso!

El huevo que acompaña al plato de pisto manchego con pollo suele servirse frito. En este caso, para que las receta sea más sana, he acompañado el pisto manchego de huevo cocido. De vosotros depende la elección.

Todo pisto manchego, como cualquier plato de verduras, quedará infinitamente más rico si usamos verduras de temporada. Por eso, la época ideal para elaborar este plato es el verano.