Receta de Pollo relleno de jamón y queso

¿Cómo hacer la receta de pollo relleno de jamón y queso?

Salpimentamos los filetes de pollo por ambas caras, les ponemos un toque de ajo en polvo y empezamos a rellenarlos. Para eso, colocamos una loncha y media de queso sobre cada filete y encima, otra loncha y media de jamón cocido.

Desde la parte más ancha del filete, empezamos a enrollarlo hacia el centro (con cuidado de que el relleno no se nos salga) y damos forma de rulo.

Cuando tengamos el rollito de pollo relleno listo, lo fijamos con la ayuda de unos palillos para que no se abra. Hacemos lo mismo con la otra pieza y reservamos.

Llevamos una sartén al fuego con un chorrito de aceite y cuando esté caliente, pasamos los cilindros de pollo relleno. Condimentamos con un poquito de perejil y los doramos a fuego medio durante unos minutos mientras los vamos girando para que se vayan haciendo por todos los lados por igual.

Una vez tengamos el pollo relleno de jamón y queso listo, retiramos la sartén del fuego, quitamos los palillos de sujeción y servimos con la guarnición que más nos guste.

Foto orientativa: Kimberlykv

Consejos del autor para hacer Pollo relleno de jamón y queso:

Los filetes de pechuga de pollo deben ser más bien finos para que se hagan bien. De no ser así, los puedes poner sobre un trozo de film de cocina, cubrir con otra capa de papel film y aplastarlo ligeramente con un rodillo de madera para que queden un poquito más finos y uniformes.

Cuando pongas los filetes en la sartén, sólo tendrás que marcarlos, pues al ser finos, se harán pronto y si los dejas mucho tiempo, sólo conseguirás que se queden muy secos.

Si quieres dar un punto extra de sabor al rollo de pollo, lo puedes rellenar con jamón serrano en lugar de con jamón cocido y con unas lonchas de queso curado o semicurado en lugar de con el tranchete.

La guarnición que puede ir bien a este pollo relleno de jamón y queso es amplia y variada y puede ir desde un poquito de arroz blanco cocido, hasta una refrescante ensalada, pasando por las clásicas patatas fritas (o asadas). Tú decides.