Este plato es un guiño al clásico potaje de cuaresma, en el que sustituimos las espinacas por unas algas wakame y añadimos pil-pil de bacalao.
Poner las algas wakame en remojo de 10 a 15 minutos.
Cocerlas al gusto, con un poco de sal gruesa, como máximo 20 minutos, y reservar hasta que se templen.
En lugar de huevo duro hacer un huevo escalfado o huevo poché. Para ello, colocar un trozo de film de cocina en el interior de un molde pequeño y colocar un huevo sin la cáscara.
Cerrar el film formando una bolsita y cerrarlo bien con un hilo. Repetir la operación con los otros 3 huevos.
Cocer durante 5 minutos y reservar.
Calentar el pil-pil.
Colocar en el plato unas pocas algas cocidas.
Sobre las algas colocar una mezcla de garbanzos y alubias blancas.
Encima pondremos el huevo escalfado caliente con unas escamas de sal Maldon en la yema.
El pil-pil lo pondremos por encima y también un poco en el plato para adornar.
Lee la historia de esta y otras recetas en el blog Con Los Cinco Sentidos
Si eres de los que, a la hora de comer, prefieren un buen plato de cuchara, no debes perderte este exquisito potaje con albóndigas de bacalao. Te encantará.
El potaje de garbanzos y bacalao es una excelente opción para los días de Cuaresma, aunque cualquier época del año será buena para disfrutar del plato.
Un puchero muy típico en Cuaresma y Semana Santa, lleno de energía, fibra, proteínas y vitaminas. Además, en olla rápida el potaje se hace enseguida.
Un buen puchero de potaje de bacalao con col y chorizo.
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