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- Receta de quiche de cebolla caramelizada
De una base crujiente y un jugoso interior que mezcla de forma espectacular sus sabores, nace esta quiche de cebolla caramelizada, espinacas, nata y queso.
Para hacer esta quiche de cebolla caramelizada, ponemos el horno a precalentar a 180ºC y sobre una superficie enharinada, estiramos con un rodillo la masa quebrada hasta que tenga la medida del molde y la colocamos sobre ésta (ya engrasado). Presionamos con cuidado por los bordes y damos la forma para que quede bien cubierto, pinchamos toda su superficie con un tenedor y reservamos.
Ahora, preparamos el relleno de la quiche de cebolla caramelizada y para eso, ponemos una sartén amplia al fuego con un chorrito de aceite.
Cuando esté caliente, añadimos la cebolla (pelada y cortada en juliana fina), sazonamos, removemos y dejamos que se cocine hasta que cambie de color. En ese momento, añadimos el azúcar, mezclamos bien y dejamos que se caramelice a fuego lento y removiendo de vez en cuando.
Entre tanto, en un bol, batimos los huevos, añadimos la nata, el queso crema, una pizca de nuez moscada, salpimentamos y batimos de nuevo hasta que esté todo integrado y volvemos con el sofrito de la quiche de cebolla caramelizada.
Cuando la cebolla esté lista, añadimos a la sartén, poco a poco, las espinacas frescas, removiendo para que vayan reduciendo su volumen hasta que consigamos tenerlas todas en la sartén.
Rectificamos de sal y cuando esté todo bien pochado, retiramos del fuego.
Ahora, en el molde con la masa quebrada, ponemos el sofrito y lo repartimos. Cubrimos todo con la mezcla de los huevos y la nata y metemos nuestra quiche de cebolla caramelizada al horno hasta que se cuaje, aproximadamente unos 40 minutos.
Foto orientativa: joyosity
Si quieres que esta quiche de cebolla caramelizada sea un poco más ligera, puedes disminuir la cantidad de nata y sustituirla por leche y en lugar de utilizar un queso azul, utilizar otro queso crema menos graso.
El molde de quiche que he utilizado tiene un diámetro de unos 24 cm.
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