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- Receta de rosquillas de anís caseras
Las roscas fritas eran típicas en los desayunos y meriendas de nuestras abuelas. Con estas roscas de anís fritas volverás a disfrutar de un dulce delicioso.
Cogemos un par de cuencos grandes para trabajar cómodamente la masa de las rosquillas de anís caseras. Separamos las yemas de los claras de los huevos y en un bol, ponemos las las yemas, y en el otro las claras.
Montamos las claras a punto de nieve y las reservamos.
En el bol con las yemas, ponemos el azúcar, el anís, el aceite, la ralladura del limón y la levadura. Batimos bien y una vez esté todo integrado, incorporamos con cuidado las claras montadas. Lo mezclamos bien con movimientos envolventes hasta conseguir que la masa de las rosquillas de anís caseras quede homogénea.
Vamos incorporando la harina y mezclando con una cuchara de madera, hasta conseguir una masa consistente. La sacamos del bol y la amasamos con las manos sobre una mesada limpia con una capita de harina esparcida por encima.
La masa de las rosquillas de anís estará perfecta cuando no se te pegue en las manos o se te pegue sólo un poco.
Dejamos reposar 15 minutos tapada con un paño de cocina húmedo y las freímos.
Para ello, cogemos porciones de la masa de las rosquillas con la punta de los dedos y formamos una bola con las palmas de las manos. A continuación, les hacemos el agujero y con un cuchillo, las colocamos en una fuente o bandeja untada con harina y las vamos friendo poco a poco en aceite de girasol caliente (o el que quieras, pero de sabor suave). Para saber si está caliente el aceite, echamos un trocito de masa y vemos cómo se comporta.
Una vez que las rosquillas de anís caseras estén doradas por ambos lados, con la ayuda de una espumadera, las sacamos y las colocamos sobre papel absorbente para que elimine el exceso de aceite.
A continuación, pasamos una a una cada rosquilla de anís por un plato en el que tendremos preparada una mezcla de azúcar y canela.
Una vez que las rosquillas de anís caseras estén totalmente frías, ¡a comer!
Estas rosquillas de anís son el acompañamiento perfecto para una taza de té, un café o un chocolate calentito.
Las típicas roscas con aceite, azúcar y anís, pero horneadas en lugar de fritas. Mucho más sanas, pero igual de ricas.
Las rosquillas de la abuela tan típicas en Navidad, según la receta tradicional con aceite, harina, huevos, ralladura de limón y el toque justo de canela.
Deliciosas rosquillas con aroma a azahar, fritas y cubiertas de una crujiente capa de glasa de azúcar y mantequilla. Un desayuno
Las rosquillas de Santa Clara son un dulce típico de Madrid que unos compran y otros hacen casero con motivo de las fiestas de San Isidro.