Receta de Tapines rellenos

Cortamos los calabacines a lo largo, dejándolos en dos mitades longitudinales. Extraemos toda la pulpa con la ayuda de un sacabocados o una cucharilla, pero cuidando de que las paredes de los tapines no queden excesivamente finas, para que soporten los ingredientes que irán en su interior y el posterior cocinado.

Olla con agua y sal al fuego. Chorreón de aceite de oliva y, cuando arranque a hervir, agregamos los tapines vacíos. Los dejamos en el agua apenas un minuto. Sacamos enseguida y secamos con un paño limpio.

Antes de que se nos olvide ponemos a precalentar el horno a 180ºC. Colocamos los calabacines escaldados sobre una bandeja de hornear, los rociamos con un poco de aceite de oliva y salpimentados, según nos convenga.

Dejamos hornear unos doce minutos y, antes de retirar, comprobamos la textura de los tapines, que deben estar blanditos por dentro y crujientitos por fuera. Reservamos.

Ahora, preparamos los ingredientes que irán dentro de los tapines rellenos. Para ello, ponemos una sartén al fuego, con un poco de aceite de oliva, donde haremos un sofrito con un picadillo que habremos preparado de tomate, pimiento, cebolla y ajito. Dejamos pochar a fuego lento.

Mientras, vamos salpimentando la carne y cuando el pochado esté casi listo, la añadiremos a la sartén, con un toque de orégano y tomillo. Dejamos que el relleno sofría otros seis minutitos, a fuego medio y regamos con el vino blanco. Bajamos el fuego y dejamos que reduzca.

Ponemos el horno a precalentar a 200ºC y vamos rellenando los calabacines con la carne y el sofrito muy bien escurridito. Echamos bechamel por encima, espolvoreamos con queso rallado y devolvemos al horno donde esperamos a que gratine el conjunto durante cinco minutos.

Servimos los tapines rellenos bien calientes, una mitad por comensal, y acompañamos de ensalada o arroz hervido.

Foto orientativa: SavvyChristine