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- Receta de tarta cebra
Con tres capas de bizcocho, dos tipos de crema pastelera; chocolate y vainilla, y una decoración inmejorable, esta tarta será la reina de tus celebraciones.
Para elaborar esta tarta cebra, tras haber hecho previamente el bizcocho, lo dividiremos en tres capas (aunque también puedes hacerlo con dos capas).
Para el relleno de lo que será la tarta cebra, primero tenemos que elaborar una crema pastelera de chocolate y otra de vainilla.
Empezaremos por la primera capa del bizcocho, sobre una bandeja, la rociamos con un poco de licor sin alcohol y nos ponemos a hacer la primera crema pastelera.
Batimos 2 huevos, al que posteriormente echaremos, poco a poco, 4 cucharadas de azúcar, 2 cucharadas de cacao en polvo, 3 cucharadas de harina y 375 ml de leche. Lo batimos bien y lo ponemos al fuego, sin dejar de mover para que no se pegue. Cuando veamos que se empieza a espesar, lo apartaremos del fuego y esperamos 5 minutos para echarlo encima de la primera capa del bizcocho.
Tras echar la primera capa de crema pastelera de chocolate, taparemos con la otra capa de bizcocho y volveremos a rociarla con el licor, y lo meteremos en el frigorífico, mientras se hace la otra crema pastelera.
La crema pastelera de vainilla para la tarta cebra se hace igual que la otra, pero en esta ocasión, lugar del cacao echamos 3 cucharadas de azúcar avainillado. Seguimos el mismo procedimiento que para la anterior.
Una vez hecha, se echa por encima de la capa de bizcocho, se tapa con la tercera capa de bizcocho (en esta ocasión no vamos a bañarla con el licor) y se reserva en el frigorífico.
Para hacer la glasa, batiremos 3 claras de huevo, pero sin llegar a punto de nieve. Mietras se baten, incorporamos el azúcar glas, poco a poco, (en una medida aproximada de 250 gr. de azúcar glas por cada clara de huevo), pero sin dejar de batir. Sabremos que estarán listas cuando al levantar el tenedor, no esté completamente líquida, pero tampoco dura.
Una vez hecha, la echaremos por encima del bizcocho, y con la ayuda de una espátula de silicona iremos moldeando, hasta untar por completo el bizcocho, asegurándonos que quede bien cubierto. Reservamos en el frigorífico.
Al día siguiente podremos empezar a decorar la tarta cebra, para ello, puedes usar sirope de fresa y chocolate y, con la ayuda de una plantille realizar los dibujos.
Foto y fuente: mariajoseysuscreaciones.blogspot.com
El bizcocho puede ser cualquiera, hacerlo como lo hagáis normalmente. Para aquellos que no tengan horno, o no quieran echar más tiempo en la cocina, pueden usar uno de los que venden hechos.
Si no van a comerlo niños, puedes añadir un poco de licor con alcohol, eso si, el sabor cambiará considerablemente.
Esta tarta la hice para un cumpleaños de un familiar y aproveche que había hecho un curso de repostería de un día para cubrirla con glasa.
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