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- Receta de chips de boniato y plátano frito
Las chips de boniato y plátano frito pueden valer tanto de entrante, como de guarnición o acompañamiento de platos de carne o pescado.
A la hora de hacer el aperitivo o guarnición de chips de boniato y plátano frito, empezamos por los chips de boniato, ya que como éstos se cocinan al horno, mientras tendremos tiempo para hacer el plátano frito.
Pelamos el boniato y lo cortamos en rodajitas lo más finas que nos sea posible. hay que usar para ello un cuchillo muy afilado, o también puede valer el pelador de las verduras. Las rodajas de boniato hay que tenerlas en remojo unos 5 minutos, para después secarlas con un paño limpio y seco.
Hecho esto, ponéis las rodajas de boniato en una bandeja para horno manchada con aceite, y horneáis a 200ºC durante unos 10 minutos, o hasta que estén bien secos crujientes. En un bol aparte, preparáis una vinagreta a base de aceite de oliva, vinagre, sal, pimienta molida y comino, en la que rebozaréis las chips de boniato una vez hechas, para que estén más sabrosas.
El plátano frito se hace pelando el plátano macho y cortándolo en rodajas de unos 2 centímetros. Luego se fríe en una sartén con aceite, volteándolo para que se dore por ambas caras.
Una vez dorado, se saca de la sartén y se aplasta, para luego volver a freírlos un poco más, hasta que estén crujientes. Conviene escurrir el aceite sobrante una vez fritos, poniendo los trozos de plátano macho sobre papel absorbente.
¡Un poco de sal, las mezcláis con las chips de boniato, y listo!
Foto y fuente: el Cocinero Fiel
Deliciosos, buenísimos, irresistibles... Empieza a comer estos chips de boniato, ¡y no podrás parar de hacerlo! La mejor opción para servir algo de picar.
Si quieres que los más pequeños de la casa coman fruta, una buena opción es presentarla como este plátano frito, acompañado de leche condensada.
Cuando los peques de la casa se resisten a comer fruta, hay que buscar soluciones que los tienten, como esta receta de plátanos fritos con manzanas.
Finos y crujientes chips de plátano acompañados de una cremosa salsa de queso gorgonzola. Un entrante elegante, barato ¡y listo en 15 minutos!