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- Receta de dulce de arroz con leche
Cremoso arroz con leche con un toque a canela y limón. Ideal para tomar como postre o incluso para disfrutar como una cena dulce, sana y nutritiva.
Comenzamos poniendo la leche en un cazo, y calentándola.
Seguidamente, echamos el azúcar, la rama de canela, la piel de 1/2 limón, y no dejaremos de remover con unas varillas mientras el azúcar se disuelve.
A continuación, añadimos el arroz y a partir de ahora, mantenemos la leche hirviendo y sin parar de remover, durante unos 35 ó 40 minutos o hasta que la leche haya sido absorbida casi por completo por el arroz.
En ese momento, retiramos del fuego, quitamos la ramita de canela y la piel del limón y con la ayuda de una cuchara, sacamos del cazo el dulce de arroz con leche y lo repartimos en dos cuencos o vasos para postre.
Esperamos que se atempere un poquito y seguidamente, tapamos cada cuenco con papel de film, metemos en la nevera y dejamos hasta que estén bien fríos.
Justo en el momento de servir decoramos cada dulce de arroz con leche espolvoreando su superficie, a través de un colador, con un poquito de canela molida.
Si queremos darle un toque más personal a la decoración de nuestro dulce de arroz con leche, además de los ingredientes indicados en la receta, necesitaremos cartulina para hacer los moldes con los que decoraremos (espolvoreando sobre ellos con canela) los vasitos. En cada cartulina, haremos la forma o figurita deseada (una estrella, un corazón, una sonrisa, o lo que nos apetezca) y la pondremos sobre los vasos de arroz con leche. Sobre éstos esparciremos la canela molida, retiraremos la cartulina con cuidado ¡y listo!
Más cremoso que el arroz con leche normal, más dulce y más goloso, este delicioso postre servido bien fresquito puede elevar por las alturas a cualquiera.
El arroz con leche es un postre delicioso que nos dejan nuestras abuelas. En esta receta lo acompañamos de piña a la plancha para darle un toque perfecto.
La receta del arroz con leche casero, con el sabor de la canela y del limón. Una variante fresca y ligera de la receta, perfecta para meriendas y cenas.
Un postre típico de las abuelas, que sigue gustando a toda la familia gracias a su sabor fresco, su cremosidad y su sencillez de preparación.