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- Receta de espinacas con bechamel y gambas
Cremosas espinacas rehogadas con ajito y gambas, cubiertas por una suave salsa bechamel y gratinadas en el horno. Un plato sencillo ¡y delicioso!
Para hacer estas espinacas con bechamel y gambas, necesitamos una sartén antiadherente amplia en la que calentar un poquito de aceite (lo suficiente para cubrir la base).
Cuando el aceite esté caliente, añadimos los ajos (pelados y laminados) y las gambas. Sazonamos y lo salteamos todo durante un minuto.
Ahora, empezamos a añadir las espinacas a puñados mientras movemos con una cuchara de palo y poco a poco, hasta que consigamos integrar todas en la sartén.
Mantenemos el sofrito de estas espinacas con bechamel y gambas al fuego medio durante unos 3 minutos más, retiramos ponemos en una fuente de cristal y reservamos.
En este momento, ponemos el horno a calentar en la posición de gratinado y comenzamos a preparar la salsa bechamel poniendo en un cacito una cucharada de mantequilla y derritiéndola a fuego medio.
A continuación, añadimos la harina y la cocinamos, removiendo con una cuchara de palo, hasta que adquiera un ligero color tostado. En ese momento, incorporamos un poco de leche (la mitad, aproximadamente) mientras con unas varillas no dejamos de remover para evitar que se formen grumos.
Terminamos de añadir la leche restante y mantenemos lo que será la salsa de estas espinacas con bechamel y gambas, al fuego y sin dejar de remover, unos 10 minutos o hasta que veamos que comienza a espesar un poco.
Retiramos del fuego, salpimentamos, damos un toque de nuez moscada, removemos y cubrimos con nuestra bechamel la fuente donde están las espinacas con las gambas.
Gratinamos las espinacas con bechamel y gambas durante 5 minutos o hasta que tenga el dorado que nos guste.
Foto orientativa: Pablo F. J.
Si tu microondas tiene función de gratinar, puedes gratinar (en platos individuales) las espinacas con bechamel y espinacas en él unos minutos antes de servir.
Las espinacas las puedes poner tal cual o cortadas en juliana fina, como te resulte más cómodo.
Ricas espinacas mezcladas con una salsa bechamel y queso fundido, que aportan un sabor espléndido y una textura jugosa que te va a encantar.
Suaves espinacas con una cremosa salsa bechamel hecha sobre un rico sofrito de cebolla y ajo. Todo ello al horno y gratinado con queso. ¡Espectacular!
Ni os imagináis el sabor tan original que le presta el zumo de naranja a la bechamel de estas espinacas a la crema. Un truqui sencillo que cambia el plato.
Una mezcla sabrosísima para saborear las berenjenas, gratinadas y cubiertas con queso rallado.