Típico primer plato o salsa de la gastronomía española veraniega. Una refrescante crema de tomate y pan, deliciosa, con pocos ingredientes y fácil de hacer.
Prepararemos el salmorejo con huevo y jamón serrano, echando la miga de pan en el vaso de la batidora en el robot de cocina, vertemos también en el vaso el aceite de oliva y el vinagre, y lo dejamos unos minutos (más o menos 1/4 de hora) para que el pan se empape.
Echamos los tomates en el vaso (si los pelas mejor, si no te recomiendo colar el salmorejo una vez hecho), el ajo y un poco de sal, y trituramos todo hasta que tengamos una crema homogénea, sin grumos y con un color asalmonado precioso.
Llevamos la crema que va a ser nuestro salmorejo con huevo y jamón serrano al frigorífico para que se ponga bien fresquito.
Cuando vayamos a servir nuestro salmorejo con huevo y jamón serrano, preparamos el acompañamiento. Para ello, pelamos los huevos y los picamos en cuadraditos (deja 1 rodaja de la parte de la yema por cada comensal para adornar). Hacemos lo mismo con el jamón serrano, picándolo en cuadraditos.
Ahora es el momento de llevar el salmorejo a la mesa, repartiendo la crema en boles individuales (o platos bonitos) y adornamos con el huevo y el jamón.
Si eres vegetariano, no añadas el jamón serrano, y si eres vegano, no añadas tampoco el huevo cocido.
El típico salmorejo puede convertirse en algo más que una sencilla crema de tomate, gracias a esta receta en la que además, se añade un huevo frito.
Una receta de jamón serrano, de las que se pueden englobar dentro de fáciles y rápidas, con un sabor increíble y un resultado que sorprenderá a todos.
Sencilla y vistosa receta de huevos pasados por agua, acompañados de jamón serrano y pimientos del piquillo. Con una bonita presentación, como la de la foto, es un entrante perfecto para fiestas y banquetes.
Una forma diferente de tomar huevos, acompañados de un sabroso jamón crujiente y tiernas puntas de espárragos doradas a la sartén.
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