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- Receta de tarta de queso, limón y leche condensada
La tarta de queso siempre es una delicia, si encima la acompañamos de una deliciosa gelatina de limón y un poco de leche condensada, el resultado es inmejorable.
Para hacer la base de la tarta de queso, limón y leche condensada, comenzamos triturando con la batidora o con un rodillo, las galletas. Una vez que estén bien trituradas, derretimos la mantequilla 1 minuto en el microodas, la mezclamos con un chorrito de leche y hacemos la masa integrando las galletas a la mantequilla.
Cuando tengamos una masa homogénea, la cehamos en un molde (mejor si es desmoldable, ya que será más encillo de servir la tarta de queso, limón y leche condensada y la presentación es más bonita). Cuando toda la galleta cubra el fondo del molde de horma más o menos uniforme, las aplastamos un poco con una cuchara y lo metemos en el frigorífico para que enfríe y endurezca.
Mientras la base está en el frigorífico, vamos haciendo la crema que le da sabor a la tarta de queso, limón y leche condensada. Para ello, ponemos en un bol la nata, la leche condensada, el queso, el zumo de limón y un sobre y algo menos de la mitad del otro. Batimos todo muy bien con ayuda de la batidora, y lo echamos en una cazuela para llevarlo al fuego. La idea es que se caliente pero que no hierva, por ello, deveremos remover constantemente hasta que esté muy caliente.
Una vez que la crema está lista, la echamos en el molde en el que tenemos las galletas, y lo dejamos en friar y cuajar.
Cuando la tarta de queso, limón y leche condensada esté cuajada, hacemos la cobertura con la gelatina que habíamos reservado. Ponemos 40 ml de agua a calentar, en ellos disolveremos la gelatina, añadimos otros 40 ml para que se enfríe y la echamos sobre la tarta cuajada, dejándola que termine de enfriarse.
Para terminar una comida con un dulce rico y diferente, una tarta de limón al horno con leche condensada... Increíblemente rica.
La esponjosidad del bizcocho de limón y leche condensada es completamente inigualable. Un sabor y una textura perfectos.
Tarta de queso con leche condensada, un postre dulce para los golosos de la familia. Leche, galletas, queso y chocolate, una combinación deliciosa.
Rica tarta fría sin horno, muy fácil de hacer, rápida y rica. Necesitamos nata, leche condensada, gelatina y galletas. Ideal para comidas improvisadas.