Los guisos, como ocurre con este estofado de cordero, son tan deliciosos que muy pocos serán los que podrán resistir la tentación de untar pan en la salsa.
Para que el estofado de cordero sea más cómodo de comer lo que haremos será deshuesar la pieza que hayamos elegido y partir la carne en trozos no muy grandes. Cuando la tengamos partida, salpimentamos el cordero y le echamos por encima un poco de harina removiendo los trozos para que todos queden impregnados.
Cogemos la cazuela en la que vamos a preparar el estofado de cordero y vertemos un chorro generoso de aceite, la ponemos al fuego y, cuando el aceite esté caliente, echamos la carne. Freiremos el cordero hasta que coja color y a continuación le añadimos el tomate, el ajo y la cebolla, todo bien picadito.
Rehogamos durante cinco minutos y después vertemos el caldo. Dejamos cocer la carne durante aproximadamente 25 ó 30 minutos y a continuación le añadimos las patatas y las zanahorias (ambas cosas peladas y partidas en trocitos).
Tapamos la cazuela y continuamos la cocción hasta que la patata y la zanahoria estén tiernas (unos 15 ó 20 minutos aproximadamente). Si vemos que nos quedamos sin líquido en la cazuela le vamos añadiendo más caldo de poco en poco, sin excedernos para que no nos quede al final demasiado.
Así ya tendremos el estofado de cordero listo para servir.
Foto orientativa: jeffreyww
Los guisos tradicionales son platos que no debemos dejar de comer como el estofado de cordero a las finas hierbas, un plato muy contundente y está muy rico.
Fantástico estofado de cordero con patatas, que prepararemos a fuego lento en cazuela de barro. Un guiso, de los de toda la vida, que nunca pasará de moda.
El cordero estofado es un plato que suele gustar mucho en todas las épocas del año. Contundente y exquisito, se abre a un mundo de posibilidades y sabores.
Delicioso guiso de cordero con alcachofas, un estofado riquísimo que queda con una textura muy tierna y jugosa.
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