Receta de Helado base

El primer paso para hacer este helado base es poner la leche en un cazo a hervir.

Mientras, ponemos las yemas en un bol amplio y las batimos hasta que se mezclen bien.

Añadimos el azúcar y batimos de nuevo hasta integrarlas por completo. Reservamos.

En el momento en el que la leche comience a hervir, la retiramos del fuego y a continuación, y con mucho cuidado de no quemarnos, la añadimos poco a poco (en forma de hilo) al bol donde tenemos las yemas con el azúcar, mientras removemos enérgicamente con unas varillas manuales. Es muy importante no parar de remover en todo el proceso de añadido para que de esta forma, evitemos que las yemas se cuajen.

Removemos un minuto más y una vez esté todo integrado, dejamos que nuestro helado base repose unos minutos para que comience a cuajar un poco (debe quedar una textura cremosa, tipo crema fina, no demasiado cuajada, pero sí con cierta textura).

En este momento, ya tendremos nuestro helado base listo para verter en el molde que deseemos.

Dejamos que termine de enfriarse en el molde antes de meter en el congelador y una vez allí, mantenemos el helado base al menos 24 horas, para que en el momento de servir esté bien congelado.

Foto orienttativa: BocaDorada

Si pasados unos minutos vemos que no cuaja bien, pasamos de nuevo nuestro helado base al cazo y calentamos unos minutos más (con mucho cuidado de que no hierva).

Si quieres que tu helado base tenga algún sabor, justo antes de verterlo en el molde, puedes añadir un par de cucharadas de cacao para darle un toque a chocolate o frutas trituradas (fresas, piña, kiwis...) para dar el sabor que quieras.

Aunque no es necesario, te recomiendo que al pasar la masa del helado base al molde, lo pases por un colador o chino para que de esta forma, el resultado sea mucho más suave.

Si lo tomas tal cual, podemos decir que este helado base es un helado light, pues no tiene nata, que es lo que más materia grasa le aporta al helado.