Receta de Natillas de huevo

En un cazo, ponemos casi toda la leche (reservamos un vasito) con la vaina de vainilla partida por la mitad (abierta a lo largo) y el azúcar. Mezclamos y llevamos al fuego para comenzar a preparar estas natillas de huevo.

Removemos constantemente a fuego lento hasta que comience a hervir, en ese momento, retiramos del fuego, quitamos la vaina de vainilla y dejamos que la mezcla se atempere.

Entre tanto, en un bol, batimos las yemas de huevo con la leche que teníamos reservada. Cuando esté todo bien batido y la leche del cazo se haya atemperado un poco, vertemos en éste la mezcla de las yemas, removemos y de nuevo, llevamos al fuego.

Mantenemos lo que serán nuestras natillas de huevo a fuego muy suave (no tienen que hervir) y sin parar de remover con unas varillas hasta que la textura comience a cambiar, es decir, hasta que notemos que las natillas de huevo comienzan a espesar. Cuando eso pase, retiramos del fuego, vertemos la mezcla en un recipiente (o varios, si quieres preparar natillas de huevo individuales) y tapamos con papel de film (éste tiene que tocar la crema, de esta forma, evitaremos que se forme costra).

Metemos las natillas de huevo en la nevera hasta que se enfríen por completo. Al servir, espolvoreamos con un poquito de canela ¡y listas!

Foto orientativa: juantiagues

Al retirar el cazo del fuego con la leche, el azúcar y la vainilla para que se atempere, además de retirar la ramita o vaina vainilla, también puedes colar la mezcla a través de un colador con una gasa de algodón para eliminar los puntitos negros de la vainilla. Una vez hecho ésto, tienes que volver a poner la mezcla de la leche en el cazo (en el de antes o en otro limpio).